Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)

CAPÍTULO 25

SAMANTHA

- No consigo trabajo. – me dejo caer en el sofá de nuestro apartamento.

Han pasado casi tres semanas desde que renuncié, los primeros días los dediqué a relajarme, organizar mi currículo, buscar contactos, oportunidades de trabajo. Confió mucho en mi talento y capacidades, pero eso no me ha generado ningún resultado. He enviado mi currículo a muchos lugares, para el trabajo de periodista, redactora, análisis, asesoría, investigación. No he recibido respuesta de ninguna televisora, radio, podcast y periódico.

Estoy empezando a agotar lo poco de ahorro que tenía, Lizzie ya me dio un sermón por no hacerlo, lo irresponsable que fui por no tener ahorros suficientes para cuando quedara desempleada, si salía una emergencia necesitaba dinero ahorrado también. Créanme, después de esto nunca olvidaré ahorrar lo que pueda para evitar otro sermón de Lizzie.

- Sé que esto no sirve de mucho pero tranquila Sammy – Camille está sentada estudiando en la sala también -. Espera y verás, tendrás trabajo pronto.

- Gracias por el intento Cam, pero estoy un poco preocupada.

- Deberías Samantha – Lizzie me mira y debe ver en mis ojos mi angustia porque suaviza su reproche -. El que estés preocupada no debe detenerte en la búsqueda de trabajo, si te mantienes así conseguirás algo bueno.

- Gracias chicas – me estiro en el sofá esperando a que me trague y saque de este mundo. No quiero hablar mucho, la incertidumbre me come desde adentro.

El timbre suena y todas nos miramos entre sí, no esperábamos nada. Me levanto y cuando abro la puerta un muy lindo Luke está frente a mí.

En serio, debería de normalizarse mi reacción cada vez que lo veo. Parezco una adolescente que tiene su primer enamoramiento. Cada vez que lo veo encuentro otra cosa que me gusta de él. Hoy esta vestido con una camisa blanca sencilla de algodón, se ajusta a sus hombros anchos y brazos fornidos, un pantalón de mezclilla ajustado a sus largas y fuertes piernas, le siguen unas botas de combate que son las gemelas de unas que compró Thomas. El tamaño y anchura de Luke ocupa el espacio y el aire. Tiene las esquinas de los ojos arrugadas porque una sonrisa recorre su rostro, sus ojos están muy brillantes hoy, puede que deje salir un suspiro soñador porque las cosas que hace esa sonrisa en mi cuerpo son sucias.

Me sonrojo por ese pensamiento y su sonrisa crece más.

- ¿Me vas a dejar pasar Sammy?

- Perdón – nuevamente quedé parada en la entrada, lo dejo pasar -. Me sorprendió verte hoy.

- Estaba cerca. Quería venir a ver cómo iba tu búsqueda de trabajo – Luke saluda a mis amigas -. Por cierto ¿en dónde está el pequeño Mr. Darcy?

- Es muy dulce de tu parte venir por eso Luke – mi corazón late rápido y mi voz suena complacida -. Darcy está en mi cuarto, vamos a revisarlo.

Hablamos un poco mientras subimos las escaleras, entramos y un adormilado Mr. Darcy nos saluda, está agotado por la caminata de esta mañana. Luke acaricia con atención al cachorro. Él nunca había estado en mi cuarto, todo está ordenado, nada fuera de su lugar, mis paredes están llenas de fotos, pinturas e imágenes mías, de amigos, familia y cosas que me gustan, tengo un escritorio para trabajar, una librería que debería cambiar porque esta hasta el tope de libros que he comprado. Mr. Darcy sale del cuarto, supongo que buscará que alguien lo alimente. Luke se estira en toda su altura y observa mi habitación. Su mirada escanea todo y luego se fija en mí.

- ¿Conseguiste ya trabajo?

- No, pocas entrevistas, nada seguro – con él es fácil ser sincera y derramar mis miedos verdaderos -. Llevo casi tres semanas buscando y no encuentro nada. Tengo miedo de haber hecho una estupidez.