CAPÍTULO 18

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LUKE

Me comporté como un idiota anoche.

Como si no fuera necesario que al parecer todos mis amigos cercanos y familiares supieran que me gustaba Sammy, me encargué de ser tan malditamente obvio que no me sorprendería saber que todo el restaurante ya lo sabe.

Por otra parte, la parte buena y positiva, había logrado compartir unas horas con el familiar más cercano (en Londres) de Sammy.

Fue toda una gran experiencia, no solo porque Javier era un ser humano genial sino también porque tuve la oportunidad de tener un vistazo del pasado de Samantha.

La chica no solo era divertida, hermosa e inteligente, también tenía unos valores impecables y un sentido de pertenencia para con su familia y país que me llenaba el corazón solo de pensarlo.

Es un poco difícil encontrar una persona que comparta tu idea de familia, saber que Samantha creció en ese ambiente me hace sentir un más conectado con ella.

El ladrido del perrito a mis pies llama mi atención, tomo a Mr. Darcy entre mis brazos para evitar que salga corriendo por la calle, aunque no soy la persona más sedentaria que existe mi contextura no me permite ser muy ágil así que prefiero tomar al perrito antes que verme en la necesidad de corretear tras él por las calles de Camden Town.

Saliendo de mi auto camino hasta la recepción, saludo con una pequeña sonrisa a Justin que me devuelve el reconocimiento con un movimiento de sombrero. Mr. Darcy y yo entramos al ascensor y el perro comienza a ladrar emocionado.

- Lo sé, lo sé... verás a tu madre – susurro, dejando un pequeño beso en la cima de su cabeza.

En estos últimos meses que he sido el transporte oficial de Mr. Darcy entre sus padres divorciados, me he dado cuenta lo impresionantemente inteligente que son los animales. Si bien es cierto que el perrito suele estar contento de verme, pasa todo el trayecto en auto viendo melancólicamente por la ventana como si hubiese dejado el corazón en el camino. Luego se emociona locamente al subir las escaleras y cuando ve la entrada de la urbanización de Seb.

No quiero ser como un anciano y exclamar mirando a mi mascota: guao, los animales solo les falta hablar. Pero guao, a los animales solo les hace falta hablar. Al llegar al piso nueve coloco a Darcy en el suelo y le doy libertad para que camine pasillo abajo hasta sentarse frente a la puerta que le dará entrada a su hogar. El perro da vueltas en círculos mientras ladra antes de volver a sentarse.

- ¡Pero si es el príncipe de la casa! – chilla la voz de Camille, tomándolo entre sus brazos y adentrándolo en el apartamento.

Camino los pasos que me faltan y al estar en el umbral de la puerta me quedo de pie, atónito y confundido con la imagen que me encuentro enfrente. Camille lleva un vestido de novia sencillo, con tiras finas que sostienen un escote recto y un cinturón plateado con pedrería que separa el corpiño de la falda.

- Hola Luke – saluda riendo. La veo dejar a Mr. Darcy en el suelo y limpiarse un poco del pelo que ha caído en su falda -. ¿Vas a pasar?

- ¿Vamos a fingir que no llevas un vestido de novia? – pregunto mientras entro al apartamento, sin despegar mi vista de ella.

- ¿Por qué tendríamos que fingirlo?

- Porque es raro, ¿Te vas a casar y no sabía?

- Estarías invitado, no te preocupes – bromea la chica, dándome la espalda y caminando con dirección a la sala.

Negando levemente con la cabeza entro en la sala de estar, encontrándome con Samantha vestida en el sillón y dándole besos cariñosos a Darcy. Aunque por un largo momento me siento como un idiota por envidiar a un perro, centro mi atención en el hecho que la chica también lleva un maldito vestido de novia.

Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora