LUKE
Estoy de pie apoyado en la puerta de la habitación de Samantha viéndola ser melodramática. Mi linda novia ha pasado todo el día vagueando por su apartamento y lloriqueando en los rincones, hace quince minutos decidimos subir para ver una película acostados en la cama pero tenemos cinco minutos de pie en el pasillo, yo con los brazos cruzados sobre mi pecho y ella suspirando en el marco de la puerta de Lizzie.
- ¿Estás esperando que la cama te diga algo? – pregunto tratando de aligerar el ambiente, ella se gira para fruncirme el ceño antes de volver su vista a la habitación con aspecto derrotado -. Oye tranquila, sé porque estás triste, puedo imaginarme lo triste que estaría si alguno de mis amigos se fuese por tanto tiempo - digo con voz suave y calmada, pasando mis manos por su cintura y atrayéndola hasta mi-. Pero quedarte todo el día de pie en su puerta no es la mejor opción.
- Camille ha trabajado cuarenta y ocho horas seguidas - se defiende con preocupación.
- Lo sé y cuando la vea la reprenderé pero ahora... Oye, esta habitación es más grande – me interrumpo sorprendido, viendo por encima de la cabeza de mi novia al cuarto frente a mí.
- Gran discurso - se burla, dándome espacio para pasar.
Observo el lugar sorprendido, notando como en efecto es casi el doble de tamaño que la habitación de Sammy. Frente a la cama están dos puertas blancas, abro la más cercana a la salida y noto que es un closet.
- Guao, esto tiene mucho espacio.
- ¡Hey, no seas fisgón! – me regaña Sammy pero decido ignorarla y caminar hasta la otra puerta, esta se encuentra más cerca de la ventana y al otro lado del mueble del televisor.
- ¡Tiene baño propio! ¡Lizzie ha estado viviendo en otra casa!- Sammy ríe por la sorpresa en mi voz, sus ojos comienzan a escanear el lugar y noto como sus hombros se encorvan con tristeza.
Yo imito su acción y empiezo a detallar la habitación. Está ordenada de una forma casi obsesiva, hay una cama de dos plazas con colchas blancas en el medio del lugar, un escritorio lleno de post-it, hojas y distintos artículos de papelería, tiene tantos libros como Sammy pero están todos distribuidos en una biblioteca junto a la cama, por la forma en que se ven asumo que Lizzie los colocó por código de color. Todo el lugar es blanco con colores pasteles y por primera vez en mi vida me siento cómodo en un sitio tan limpio y estructurado, extrañamente no se siente frío.
- ¿Lizzie ganó el cuarto más grande por sorteo o cómo?
- No, es una historia extraña - afirma Sammy con una sonrisa nostálgica.
- Si no quieres contarla está bien.
- ¿Por qué no querría?
- No sé - me defiendo, encogiéndome de hombros-. Podría ser personal.
- Más que personal, no es mi historia - suspiro -. Pero ya que Lizzie no está aquí para contártela, me tocará.
Sin dejar de verla a los ojos me siento en el borde de la cama, no me pierdo el hecho que me da una mirada ceñuda pero como no dice nada me quedo en mi lugar. Ella deambula por toda la habitación hasta detenerse en el escrito, dándole la espalda a la ventana.
- Hay algunas cosas que no sabes de Lizzie.
- ¿Solo algunas? - pregunto burlón.
- Vale, muchas - concede con una sonrisa de lado-. Sé que Lizzie no es la persona más abierta del mundo y muchas partes de ella pueden ser sorprendentes, pero una en particular que debes saber para entender la historia es que la familia de Lizzie tiene dinero, como... mucho dinero.
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Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)
RomanceSamantha solo quiere amar las cosas sencillas de la vida: reírse en el trabajo con sus amigos, tener citas espontáneas con su novio y compartir historias con alguien antes de dormir El problema radica en que su trabajo es una mierda, su novio un imb...