SAMANTHA
Después de derramar mis más profundos miedos y heridas a Luke todo empezó a calmarse. El verbalizar lo que tenía enterrado inició un proceso necesario en mi vida.
Era necesario cerrar el ciclo, había varios pasos que dar y el primero era finalmente contarles a mis padres que había terminado con Sebastian. Darme cuenta que no les había informado de ese cambio en mi vida personal confirmó que no había manejado de la mejor manera la ruptura.
El fin de semana pasó rápido y para el lunes en la tarde decidí llamar a Catalina y Mateo Polo, mis padres.
Había tenido un día largo en el trabajo y necesitaba realizar esta llamada, mi mamá siendo mamá osa necesitaba mantener contacto constante con sus hijos, mi hermano David lograba escaquearse de hablar con mi mamá pero siempre lo alcanzaba.
Gracias al internet que hacía mi vida más cómoda, mi comunicación con ellos en Colombia solía ser muy fácil. Solo tengo que esperar unos segundos para que la voz dulce de mi madre viaje desde el otro lado del océano hasta mis oídos.
- Mi bebé grande – escucho en el fondo a mi padre diciendo que me pongo en altavoz –. Por fin te acordaste de tus viejos padres.
- ¡Hola a los dos! Voy a ignorar tu drama mamá.
- Sabes cómo es tu mamá, necesita saber de ti todos los días y has estado ocupada estas últimas semanas – dice mi padre, lo cual me hace recordar porque estuve "ocupada" últimamente.
No solemos darle vueltas a lo que debemos decir, así que lo digo rápidamente.
- Si... acerca de eso. La razón por la cual he estado desaparecida es porque terminé con Sebastian – cierro los ojos mientras lo suelto, como si pudieran verme.
Soy una cobarde. Mis padres son personas con inteligencia emocional, siempre están trabajándola, siempre he tenido su apoyo en todo lo que he hecho y querido hacer, ambos son personas sencillas, si, con una tuerca suelta pero eso los hace tan especiales. No sé porque temo decirles que terminé con Sebastian, ellos lo aceptaban, siempre le mandaban saludos, supongo que por la distancia no pudieron involucrarse más con él. En el tiempo que estuvimos juntos se vieron dos veces, una semana en navidad y unos días para mi cumpleaños.
- Oh, no lo esperábamos cariño, ¿estás bien? – la voz de mi madre suena dulce. Extrañaba esto.
- ¿Te hizo algo? Si lo hizo estaré allá antes de que puedas decir chocolate y le romperé las piernas a ese patán – me rio de las palabras de mi papá, estoy en un 50% casi segura que es una broma. Pero mi padre siempre fue un poco de la filosofía "Nunca hagas daño a mis hijos"
- Todo está bien Catalina, estoy muy bien – bromeo llamando a mi mamá por su nombre, es mi manera de aligerar la noticia que acabo de soltar.
- Impertinente – Catalina se ríe.
- Gracias papá pero no me hizo nada, todo terminó bien.
Una pequeña mentira. Si por algún medio ellos dos se enteraran que en realidad no terminamos muy bien, que los últimos meses fueron un infierno no puedo asegurar el bienestar físico y mental de Sebastian.
- Quise llamarlos antes pero quería lidiar con esta situación sola. Yo estoy bien. Espero no estén tristes porque ya no este con él.
Ninguno de los dos dice palabra, puedo sentir como se miran los dos sabiendo algo que yo no.
- ¿Por qué no dicen nada? Siempre eres habladora ma.
- En realidad, puede que nos alegre saber que terminaste con Sebastian – mi padre no se anda por las ramas, le temo y lo admiro al mismo tiempo por eso.
ESTÁS LEYENDO
Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)
RomantizmSamantha solo quiere amar las cosas sencillas de la vida: reírse en el trabajo con sus amigos, tener citas espontáneas con su novio y compartir historias con alguien antes de dormir El problema radica en que su trabajo es una mierda, su novio un imb...