CAPÍTULO 29

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LUKE

Despertar con el cuerpo de Samantha compartiendo calor con el mío y sintiendo su respiración en mi pecho es una de las mejores cosas que me ha pasado en mucho tiempo. Desde hace tres semanas Sammy y yo habíamos estado en un juego caliente de toqueteos y chistes de doble significado que me tenía las bolas azules, sin embargo cada maldito segundo valió la pena cuando finalmente la tuve abajo de mí, también arriba y de lado, pero se entiende el punto

Nos habíamos despertado hace unas horas, luego de desayunar nos habíamos enfocado en seguir probándonos y recuperando el tiempo que habíamos pasado sin estar juntos. Ya era cerca de mediodía, después de la tercera ronda habíamos estado muy agotados para levantarnos de la cama. Sammy quería ir a su casa para asegurarse de tener todo listo para el trabajo de la semana, me llenaba el corazón pensar en lo emocionada que estaba por su nuevo puesto.

Y aunque es imposible para mi estar más orgulloso, no sé muy bien cómo haré para pasar más de dos horas separado de ella. Pasando mi mano por su espalda baja, sintiendo el calor de su piel morena contra la mía, la suavidad de sus caderas y muslos me hace pensar que enamorarme de esta mujer sería muy fácil. No digo que lo esté ahora, pues me hace falta conocer muchísimas cosas de ella y compartir un millón más, pero sé que no hay forma de bajarme de este tren.

Siento como su respiración comienza a acelerarse y observo sus pestañas revolotear. Bajo mi rostro para darle un beso húmedo en su nariz que la hace reír tiernamente.

- Buen día por segunda vez, Samantha Polo - su sonrisa se transforma en risa y le doy espacio para que se estire -. Tienes todo un nombre de periodista, escogiste bien tú carrera profesional.

- Lo sé, Luke Maxwell. Tú tienes todo un nombre de Rockstar - suspira, dejando un suave beso en mis labios -. ¿Qué hora es?

- Casi la una - digo, robándole cortos besos húmedos -. ¿Te gustaría darte un baño e ir a comer algo?

- Me parece la mejor idea del mundo.

- Prepararé el baño, te aviso en cuanto esté listo – le anuncio, colocándome unos bóxer rápidamente y saliendo de la cama.

Camino los pasos que me alejan de la puerta corrediza que va al baño, al entrar la luz solar me encandila un poco como ocurre cada vez que no abro las cortinas de mi habitación, e incluso cuando la luz solar baña absolutamente todo el lugar debo encender las luces del espejo y sobre el lavabo para asegurarme de tomar todo lo que necesito para el baño que planeo darnos.

Haciendo dos viajes entre mi lavabo personal, que se encuentra frente a la puerta de la habitación, y el otro extremo del baño donde está la tina, logro llevar todo y dejarlo sobre el mueble junto a donde nos bañaremos. Tomo un recipiente de metal y comienzo a hacer mi mezcla mágica de relajación, que incluye jabón líquido con aroma a rosas, aceite corporal de girasol y jabón natural de avena. Regulo el agua de la tina hasta que se encuentra en la temperatura perfecta y dejo caer mi preparado, llenando hasta la mitad de la bañera que se llena de espuma al instante.

- Sammy, puedes venir cuando quieras – llamo con voz suave.

En silencio la observo entrar mientras detalla todo, desde el suelo de porcelana blanco con gris, hasta las paredes del mismo tono y los muebles a juego. Camina por el estrecho pasillo, pasando por la ducha con paredes de vidrio y el segundo lavabo para detenerse frente al gran ventanal junto a la tina. Sin decir nada tomo el borde de mi camisa y la retiro de su cuerpo mientras beso su cuello, ella se quita el bóxer que le presté hace unas horas y me deja tomar la coleta que reposa en su muñeca para hacerle un moño alto. La veo entrar en la tina sin dejar de observar el Támesis a través de la ventana y aunque en la noche la vista es una locura, en la mañana tiene su encanto, o quizá es Samantha quien me hace ver todo con otros ojos.

Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora