Capitulo 13

131 12 1
                                    

•••

Callie se acomodó en su cama y Ashton lo hizo junto ella, sus hombros rozándose y el cuerpo de él dándole calor. Abrió el libro de Ciencias, y la puso en la hoja que empezaba el test. Para ser honestos, Callie no tenía idea de ciencias, así como Ashton también lo sabía. De todas formas él siempre se las arreglaba para terminar en su casa a estudiando algo que ninguno de los dos tenía idea, incluso cuando ella no podía ni siquiera recordar una fórmula de física o resolver una ecuación óxido-reducción sin equivocarse un par de veces.

Podía sentir la mirada de Ashton sobre ella, así que se obligó a leer el título y buscar algo que decir. El silencio con él no era demasiado cómodo, porque la hacía pensar, y no quería pensar en cómo se sentirían esos labios o el hecho que quisiera tenerlo así de cerca siempre.

— ¿Y de que es la prueba? — preguntó Ashton abriendo su libro y dejando de mirarla por primera vez.

— De Biología.

— ¿En serio? — dijo sonando incrédulo.

— Te lo puedo jurar.

— Dios, yo que quería hablar acerca de Hitler y la primera guerra mundial.

— Eso es en historia, y no hay mucho que yo sepa de Hitler en la primera, excepto el hecho que participó como soldado y que el tratado de Versalles le sirvió para pavimentar y basar toda su ideología y hacerse creíble al pueblo.

— Maravilloso, pero es biología, Así que. ¿Empezamos?

— Idiota — dijo golpeándolo en las costillas —¿Sabes algo de Mendel?

— Ilumíname.

— ¿En serio?

 — Te dije que no sabía nada.

— Uhm, ¿y de terminología genética?

— Nada de nada.

— Dios Ashton, ¿cómo quieres que te enseñe si no pones de tu parte?

— Pero mi amor...

— No soy tu amor, ¿cuántas veces tengo que decírtelo?

— ¿Qué? ¿Hood se pone celoso?

— Nah, no de ti por lo menos.

— ¿Por qué no de mí? — dijo serio y mirando fijo el libro.

— Ve como una amenaza a Mike, a ti no. Sabe que solo somos esto.

— No hagas como que no te gusto — dijo Ashton sonando serio — Se que lo hago.

 —Dios Ashton, el día en que te diga que me gustas, te hago una serenata, te regalo flores, incluso, incluso te hago un baile privado. ¿Y qué hay con tu ego? ¿No lo tienes muy alto?

— Mi ego no es alto, y te cobraré la palabra.

— Ash, no va a pasar — dijo sonriendo y riendo — No voy a decir que me gustas.

Y claro que Callie no iba a hacerlo, joder. Ni muerta, antes muerta. Es decir, se ponía jodidamente nerviosa cuando alguien que no era él le preguntaba si le gustaba Ashton, le sudaban las manos y tartamudeaba. No había manera que se lo dijera a él, no con lo cobarde que era, y teniendo en cuenta además que jamás recibiría la respuesta que tanto tiempo llevaba anhelando.

— Bueno, pero si lo llegas a decir, me cumples.

— Cumplo mis apuestas Ashton, y también cumplo lo que prometo.

— Eso espero — dijo el besando su mejilla y sorprendiéndola por completo.

Callie solo lo miró durante unos segundos, pero luego se las arreglo para tratar de hacerle entender a Ashton un poco del cuadro de Punet, o cosas que a su parecer de seguro estarían en la prueba.

De un momento a otro, no había de más que hablar y Callie esperó que como siempre, Ashton se levantara, le diera las gracias y se fuera. Pero no lo hizo.

Subió los pies a su cama, y se abrazó las rodillas.

— Estoy cansado — murmuró y apoyó su cabeza en el hombro de Callie.

— Te pasa por ir a tantas fiestas.

— No es eso, estoy cansado de todo.

— ¿De qué?

— Estoy cansado de gente que no es honesta.

— Nadie es cien por ciento honesto, todos de vez en cuando mentimos.

— No me refiero a eso, me refiero a la gente que juega con el resto, que miente solo para su bien personal.

— Ash, tú haces eso.

— Lo sé, y por eso estoy cansado de mí. — dijo sonriendo a medias.

—  Pero no tienes que ser así necesariamente, puedes cambiar. Hablar con gente que te quiera por quien eres, y no te utilice solo cuando necesite algo, así como Luke, y tú, puedes empezar a tomar a la gente más en serio. Sobre todo a alguna chica que quiera algo serio, y no algo para el momento.

 — ¿Cómo quien? — dijo separándose de ella y mirándola directo a los ojos.

Hizo una pausa, sin saber bien si decir lo siguiente, pero su amiga era más importante que los sentimientos que llevaba albergando hace tanto y que tan inútiles le eran.

— Como Riley.

Ashton alzó una ceja, y comenzó a mirar hacia el frente, evitándola.

— En realidad... Yo podría pensar en alguien más que Riley.

— Pero Riley es buena, es muy bonita y tiene una sonrisa preciosa.

— ¿Y eso es suficiente?

— ¿Si? — no, no lo era. ¿Pero que podría decir?

— No es en Riley en quien estaba pensando.

— ¿Bonnie?

— Tampoco — murmuró en voz un poco más baja. Porque en realidad, si, estaba pensando en ella, pero no de esa manera. Desde hace semanas que Callie estaba metiéndose en sus venas, y una idea descabellada se estaba formando.

No necesitaba a Bonnie, el podía tener a quien quisiera, y él quería a Callie.

No, no estaba fulminantemente enamorado, ni estaba loco por ella. Pero eso era cosa de tiempo. La quiere, confía en ella, la respeta y la admira.

Callie es hermosa, todo en ella es llamativo y especial, su pelo largo, sus ojos honestos, su sonrisa permanente y esa forma de pensar tan suya. La admiraba, porque era inteligente, divertida, y la forma en que lo miraba hacía que cosquilleos recorrieran su piel.

 Así que, no, no era Bonnie, era simplemente ella. En un movimiento inesperado, tomó su rostro entre sus manos e hizo que mirara fijamente sus ojos verdes.

Callie, para aquel entonces, no entendía nada y no podía ni respirar.

Ashton, sin apartar su intensa mirada, acercó su rostro al de ella, tanto que sus narices rozaban, y se quedo ahí, como si el tiempo se hubiera pausado, mirando tan profundamente en sus ojos que podía ver la confusión y el nerviosismo.

Sonrió con la boca cerrada, y cerró sus ojos, acercándose más, hasta que sus frentes estaban apoyadas y era cosa de segundos para que sus labios se encontraran.

Pero el timbre resonó por la casa vacía, y Callie quiso apartarse rápido, él no se lo permitió y sostuvo su rostro firmemente, sin que pudiera apartarse un milímetro.

— Ashton — susurró.

— No estamos haciendo nada malo.

Rejects// Ashton IrwinWhere stories live. Discover now