— Esto, ¿Me ayudarás con matemáticas?
— ¿Eres sordo o te haces?
— ¿Por qué tan mala conmigo? — frunció el ceño sin soltar su brazo.
— ¿Por qué tan insistente?
— Necesito una buena nota — dijo ahora serio, sin la permanente sonrisa en su rostro.
— May es mejor que yo, realmente deberías pedirle ayuda a ella.
— Está ocupada.
Miró hacía su amiga, y vio que solo estaba conversando con Riley.
— No lo está. Incluso Riley podría ayudarte.
— Bueno, si no quieres ayudarme — dijo pasando junto a ella sin mirarla— No me queda otra que reprobar.
— No soy tu tutora, no es mi obligación por lo tanto.
— Creí que éramos amigos.
— Claro que lo somos, pero cuando te conviene. — dijo cuando él había atravesado la puerta.
Callie se giró sobre sus talones deseando que no hubiera oído eso.
— ¿Qué?— dijo Ashton para su mala suerte.
— Lo que oíste.
— ¿Eso crees de mí?
— Eso lo he comprobado a lo largo de los años. No nos engañemos Ashton, es la verdad.
— Yo te considero una amiga.
— Enhorabuena.
— ¿Te sientes bien?
— ¿Lo dices porque te dije que no o porque estoy siendo sincera?
— Si quieres creer eso. Perfecto.
— Perfecto.
Mientras la conversación avanzaba, su corazón había empezado a latir rápido, y sintió sus mejillas arder. No tenía idea que le había motivado a decirle eso, de verdad que no. No era su intención. Su intención era salir fuera y hablar con alguien, o simplemente salir de aquellas cuatro paredes blancas. No discutir con él. Odiaba discutir.
— ¿Qué pasó? — pregunto Luke al ver a Ashton mirar ceñudo a Callie.
— Nada. — contesto y salió evitando la mirada de ambos.
Se apoyó en la muralla de afuera, y observó cómo la gente pasaba frente a ella, algunos la saludaban otros simplemente pasaban sin mirarla.
Segundos después Ashton se acomodó a su lado.
— Lamento si te he hecho sentir así, nunca ha sido mi intención. No me pasó por la cabeza. - murmuró en voz baja.
— Vale.
— Quiero arreglar las cosas, no me gusta discutir contigo.
— Esta bien Ash, puedes pedirme ayuda cuando lo necesites, no voy a negártela.
— No se trata de eso.
— ¿De qué más?
— No quiero que sientas que estoy cerca de ti solo cuando me es conveniente, de verdad te quiero. Eres mi amiga, y no quiero que dejes de serlo.
— Ya.
— ¿No estás enfadada entonces conmigo? — dijo sonriendo de oreja a oreja, y poniendo expresión de niño pequeño.
— No — dije sin emoción alguna. No iba a echarse para atrás, pero tampoco lo quería cerca, provocando un desastre de mariposas en mi estomago. No necesitaba eso ciertamente.
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Rejects// Ashton Irwin
Ficção Adolescente"Y al final sólo se tiene lo que se ha dado"