A esas alturas, estaba bajando por la escaleras, descalza, y sin hacer ruido, no quería despertar a su mamá, y que viera que se escabullía a las dos de la mañana para hablar con un chico.
Abrió la puerta sigilosamente, y caminó por el pasto hasta que lo vio apoyado en un árbol, hizo el paso más lento cuando vio que él se acercaba a ella.
— ¿Querías saber que significaba el beso? — preguntó Ashton con las manos en los bolsillos y mirándola fijamente.
— Si — dijo con la voz más firme de cómo se sentía.
— Significaba esto — Ashton tomó su rostro entre sus manos, y besó su nariz, luego descendió hasta tocar sus labios y la besó profundamente. Los brazos de Callie se colocaron tímidamente sobre sus hombros, pero luego los entrelazo tras su cuello y profundizó el beso.
— Me gustas mucho, Callie.
Callie no supo cómo reaccionar, solo atino a corresponder el beso y cerrar los ojos. No se esperaba eso.
— Tú me agradas — contestó sonriendo, con los ojos cerrados y con su frente apoyada sobre la frente de Ashton.
— ¿No vas a decir que te gusto?
— No, o no de esa manera por lo menos.
— ¿Cómo entonces?
— Así.
Y lo besó, porque no quería dejarlo ir, no quería que se marchara. Quería sus brazos rodeándola, quería que fuera suyo por un ratito más y olvidarse que las cosas no eran tan simples.
— No te vayas — murmuró Callie mientras mordía el labio inferior de Ashton.
— No me esperaba eso — contestó él riendo — Tampoco quiero irme — la abrazó más fuerte contra él.
— ¿Por qué no viniste más temprano?
— No creí que tuviera que venir a explicarte lo obvio.
— ¿Lo obvio?
— Que me gustas, y mucho.
— No te creo.
— No me importa, me gustas sin que me creas.
— Tonto — besó la comisura de sus labios.
Ashton la volvió a besar, sin motivo, sin razón, solo por el simple placer de poder hacerlo.
— Tengo que irme. – susurró segundos después.
— No, tú no tienes que hacerlo.
— Son las dos, hace frío, tu mamá nos ve y nos mata.
— En eso tienes razón.
— Siempre la tengo.
— No realmente.
— Digamos que ahora la tengo, y entrarás a tu casa, silenciosamente, y soñarás conmigo. ¿Qué te parece?
— Bien – le dio un pequeño beso a Ashton, y empezó a encaminarse a su casa.
— Oye Cal...
— ¿Qué?
— Me encantas.
— Buenas noches Ashton...
...
Ashton despertó con una sonrisa en el rostro, y envió un mensaje a Callie:
"Ten buen día hermosa, si no lo tienes, puedo asegurarte que me encargaré que sea uno"