— Tengo que abrir.
Y sin decir otra cosa, Callie saltó de la cama, y salió corriendo como si su vida dependiera de ello. Y quizás, lo hacía.
Sostuvo el picaporte durante unos segundos, hasta que se calmó y luego abrió.
Era Calum, con cajas de pizza y sodas en sus manos.
— Calum ¿Qué haces aquí? — preguntó abrazándolo.
— Estaba solo, y no tenía con quien cenar, creí que podía venir.
— Siempre eres, y serás bienvenido, ¿de qué es la pizza?— preguntó arrebatándole la caja y caminando directo a la cocina.
— Es tu favorita, como si me dejaras comprar otra —contestó Calum siguiéndole y dejando la Coca—Cola sobre la mesa.
— Como si alguna vez te hubiera obligado, mentiroso — dijo partiendo la pizza, pensando en cómo demonios iba a decirle a Calum que Ashton estaba en su habitación, y que estaban solos. ¿Y si ponía tres platos? ¿Entendería el mensaje?
— Siempre lo haces.
— Calum Thomas Hood, si sigues inventando cosas, entonces si te tendrás que ir.
— No te enojes — dijo Calum riendo mientras la abrazaba por la espalda.
— Siempre es lo mismo.
— Nunca es lo mismo.
— Si, siempre. Siempre inventas cosas.
— Oh por Dios, si alguien te oyera, que creería de mí.
Pero la única persona que estaba oyendo y viendo, era Ashton, que apretaba la mandíbula y miraba incrédulo la escena. ¿Qué demonios creía que hacía Callie al estar abrazada así con Calum? ¿No pensaba subir a terminar lo que habían empezado?
— Hola Calum — fue lo único que dijo.
Calum, sin mostrarse sorprendido, no soltó a Callie y lo miró con una sonrisa.
— Hola Ashton, ¿Qué tal? ¿Estudiando biología?
— Si, Callie, ¿podemos hablar un poco?
— ¿De biología? — preguntó Calum soltando a Callie que le pegaba codazos.
— Biología, por supuesto — masculló Callie. — No te comas la pizza Calum, o me enojare.
— Si señora. — murmuró mientras sacaba su celular del bolsillo, y se sentaba en el mostrador.
Callie siguió a Ashton por las escaleras, con su estomago dando volteretas por los nervios. ¿Qué quería Ashton? ¿Y por qué parecía enojado?
En cuanto llegaron a su habitación, Ashton cerró la puerta.
— ¿Qué? — le preguntó Callie, cuando este puso las manos en sus caderas pero no decía nada.
— ¿Cómo que qué?
— ¿Qué?
— ¿Qué hace Calum aquí?
— Ehh — entrecerró los ojos — ¿Es mi mejor amigo?
— ¿Y por eso viene sin avisar, y trae pizza, y se toma todas las confianzas?
— Exactamente.
Callie se acercó a la puerta, si esto era lo que Ashton quería hablar, estaba loco si pensaba que iba a discutir con él quien podía y no podía venir a su casa, no le iba dar la espalda a Calum o pedirle que se fuera solo porque a él se le ocurría mezclar las cosas y jugar con ella.
Antes de que pudiera salir, Ashton tomo su cintura y la presionó contra la puerta blanca.
— ¿Te sientes bien Ash? — preguntó al verlo acercarse peligrosamente a ella nuevamente.
— Se va él o me voy yo, pero no ambos.
— Disculpa, oí mal. ¿Qué dijiste?
— O se va Calum, o me voy yo.
— Bueno, si tu quieres que esto sea así — Callie se encogió de hombros — Nos vemos mañana Ashton, estudia la página ciento quince, y la ciento veintidós, creo que eso falta por repasar, busca algún video por si acaso, y si tienes dudas, me llamas o me mandas un mensaje de texto. Te lo contesto cuando tenga tiempo.
Ashton, sin poder creerlo, se apartó cuando ella se lo pidió con la mirada, y comenzó a recoger sus cosas. De seguro eran algo más que amigos, porque o sino no se lo explicaba.
Se colgó la mochila en el hombro, y bajo la escalera enfurecido. Cuando estaba a punto de abrir la puerta para irse, Calum apareció.
— ¿Ya te vas? — preguntó el moreno sonriendo.
— Si.
— ¿Y no quieres un trozo de pizza o algo? Puedes quedarte a cenar. Luego podríamos repasar si tienes dudas.
— No gracias, adiós — dijo saliendo al patio, Callie lo siguió porque no quería que se fuera tan enfadado, incluso si no tenía derecho a hacerle un escena como esta.
Una vez fuera, ya estaba oscuro y los focos poco iluminaban la calle, lo siguió hasta su auto y a modo de broma, le abrió la puerta caballerosamente, tratando de que quitara ese ceño y le sonriera un poquito.
No lo logro.
— Nos ve...
Antes de que pudiera decir algo, Ashton la había presionado contra la puerta de su auto, y la estaba besando. Besando no como ella deseaba, pero besando de todas maneras.
Puso sus manos en su cuello, y lo acarició tratando de que se calmara, y lo hizo. El beso se volvió suave, una leve caricia que hacía que un oleada la recorriera hasta la punta de los pies. Se puso en puntillas y apoyó su frente en la de Ashton, tratando de regularizar su respiración y su corazón.
Antes de que pudiera separarse y recobrar un poco de cordura, Ashton la besó nuevamente y sus manos la sostuvieron firmemente en la cintura contra él.
— Nos vemos Callie — la besó lentamente y luego, sin decir otra palabra se marchó en su auto, dejándola en la mitad de la calle preguntándose qué demonios había sido eso
Cuando entró nuevamente a la casa, Calum estaba con la televisión encendida, y los platos y vasos servidos.
— ¿Qué película veremos? — preguntó Calum.
— Te toca decidir a ti.
— Que sea Frozen.
— Frozen entonces — rió mientras se acomodaba en el sofá.
Ashton, maldito Ashton que hacía que la sonrisa no desapareciera de su cara.