...
—No puedo creer que este accediendo a esto.
— No te quejes tanto, luego te tocará a ti.
— Puedo adivinar que estás disfrutando esto — masculló Callie mientras May le aplicaba lo que parecía ser una quinta capa de base. ¿Cuántas eran necesarias para que quedara satisfecha?
— No tienes idea cuanto, ¿Qué color prefieres? ¿Magenta o calipso?
— ¿No hay algún color más sobrio?
— Elige.
— Dios te perdone, pero que sea calipso.
— Magenta, entendido.
— Pásame un espejo, quiero ver.
— No, hasta que termine.
— Te odio mucho por esto, no entiendo porque acepto cada vez que se te ocurre.
— Porque te gusta, además, tienes una estilista gratis, deberías agradecerme.
— Vale, gracias. ¿Pero puedo ver qué demonios estás haciendo?
— Solo un segundo
Pero en lugar de un segundo, fue como media hora. Ya eran casi las ocho, y Ashton iba a pasar por ella a las nueve, y aún no sabía que ponerse.
Para cuando May terminó, estaba hecha un manojo de nervios y ni ella entendía porque. Era solo Ashton.
—¿Desde cuándo son tan amigos con Ashton? — preguntó May mientras se maquillaba a sí misma.
Callie no le ha había contado nada acerca de Ashton, ni acerca de los besos, porque no sabía bien que decirle. ¿Estaban ella y Ashton juntos? ¿Iban a estarlo? ¿O qué diablos estaba pasando?
No tenía idea.
—Solo me llevara a la fiesta May, y teniendo en cuenta que tú te irás con Luke, y Calum con Dios sabe quién, no me viene mal.
— Podrías haberte ido conmigo y Luke.
— No, no te preocupes. No quiero estar presente cuando ustedes se besen, iugh.
— Como quieras — May puso los ojos en blanco — Pero bueno, ¿Qué vas a ponerte?
Callie alzó un vestido azul marino bastante corto, unas vans color vino.
— ¿Tu vestido no es demasiado corto?
— No es para tanto — rió Callie — He usado cosas más cortas aún.
— Calum va a matarte.
— Calum no tiene que matarme por todo lo que haga, no es mi novio.
— Pero es tu mejor amigo hace más de diez años, tiene todo el derecho.
— Si le das la razón a Calum esta noche, voy a matarte.
— Palabra que no — May entró al baño a terminar de maquillarse, mientras Callie se vestía. El vestido era realmente corto, así que buscó una franela en su armario, una lo suficiente larga para que cubriera un poco más que el vestido. Se miró en el espejo, y realmente le gusto como se veía. May había hecho buen trabajo con el maquillaje, incluso podría decir que se veía linda.
Cuando su amiga salió, miró la franela con una ceja alzada.
—Por supuesto, no sé cómo no lo adiviné antes — gruño.
— Te encantan mis franelas.
— No tienes que usarlas para todo.
Antes de que pudiera decir algo más, la bocina del auto de Luke resonó en la casa.