CAPITULO 2

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CAPITULO 2

                              AMOR

Luego de que mamá me mandara un mensaje informandome que tendriamos una cena y que fuera a casa en ese momento, no tuve de otra que despedirme de mis amigos.

De camino a casa no paraba de pensar que habia sucedido para que mamá insistiera en que llegara rapido a casa, estaba preocupada y nerviosa. Cuando llego a casa, bajo del carro, pongo el seguro y entro ansiosa por saber que sucede, pero para nada estaba preparada para ver lo que vi.... ¡¡¡¡Mi hermano estaba en casa!!!! No esperé ni un segundo mas cuando corrí a sus brazos abiertos para recibirme, sentir el olor de su perfume y el calor familiar de su cuerpo, no hizo mas que las lagrimas salieran, lloraba de felicidad.

- Hey!! No llores, princesa - me separó un poco de él y me limpia las mejillas mojadas por las lagrimas

- Te extrañaba mucho - hago un puchero

- Yo mucho más, pequeña...pero ya estoy aquí y me tendras por un tiempo indefinido - me da un beso en la frente

- De verdad? - pregunto feliz, él asiente y me envuelve de nuevo en sus brazos, mientras nos abrazamos escucho un balbuseo y una risita de bebé, por lo que me despego de mi hermano y miro hacia un lado donde se encuentran mis papás, nana y Nadia la esposa de Sebas y en sus brazos esta mi pequeña sobrina de un año.

- Muñequita!! - la llamo por el sobre-nombre que le tengo y se la robo de los brazos de su madre, la cual me sonrie y me da un pequeño abrazo que le devuelvo aun con la niña en mis brazos

- Titi..ti..ti - balbucea llamando mi atención con sus diminutas manitas en mi cara

- Estas hermosa, muñequita - una gran sonrisa aparece en mi rostro al verla, es una bebé de dos año, regordeta, con unas mejillas rosaditas, de cabello castaño clarito y ojos plomo-azulados.

Nos sentamos en los muebles de la sala a conversar, ahí me enteré que se quedaran por un buen tiempo en Nueva York, hablamos por un rato largo pero despues tuvimos que dejarla para despues por que teniamos que arreglarnos para la cena.

Ya en mi cuarto me dispuse a revisar mi armario en busca de un vestido elegante, encontre el indicado, es un negro mangas largas con un gran escote en el pecho, me encanta, agarre unos puntones rojos, sali de allí y deje todo en la cama, me acerqué a uno de los cajones donde tengo las bragas y coji unas negras de encaje, con todo listo me aadentre al baño, puse a llenar la tina mientras me quitaba la ropa, me hice una dona en el cabello para no mojarlo y me meti en la bañera.

Cuando sali envuelta en una toalla me fije que eran las ocho y media, tendria que darme prisa si no queria que llegaramos tarde, me seque, me puse las bragas luego el vestido, descalza camine hasta mi peinadora y conecte la plancha para alizarme el cabello, mientras se calentaba me empece a maquillar, me hice algo sutil nada extrabagante, me planche el cabello pero me hice una coleta, ya lista me di los ultimos retoques junto con perfume. Baje y me encontre con mi familia ya esperandome, les di una sonrisa de disculpa ya que al parecer no fui tan rapida como pensé.

- Asi no vas a ir - dijeron al mismo tiempo los hombres de mi familia, rode los ojos con fastidio, eran unos celosos

- Asi voy a ir....vamos llegaremos tarde - hable caminando hacia la puerta, la abrí y sali en direccion a mi carro - los veo allá - les lance un beso y arranque hacia el Hotel Standard High Line donde seria la cena.

En menos de 15 minutos llegué, un valet parquin me abrió la puerta, baje, le di las gracias y se llevo mi carro, entre al lobby del hotel para esperar a mi familia y subir juntos. Despues de unos minutos llegaron, nos adentramos en el ascensor y en silencio subimos, las puertas se abrieron frente a un pasillo, por el cual caminamos para llegar al salon de eventos, cuando vi la puerta de cristal me posicioné al lado de papá quen me ofrecio su brazo derecho y yo con gusto acepte, entramos llamando la atencion de algunas personas, puse mi mejor sonrisa falsa, odiaba estos eventos.
Recorrí el lugar viendo la decoracion, que estaba muy bonita, y las personas que estaban allí, cuando mi mirada se cruzó con unos ojos azules electrizantes, mi sonrisa se desvaneció y en su cara apareció una, pero no era una sonrisa amistosa, obviamente, pero no supe decifrarla y tampoco tuve tiempo de hacerlo por que papá me arrastro con él a nuestra mesa.

SECRET LOVE IN NEW YORKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora