SECRET LOVE IN NEW YORK

CAPITULO 31

CAPITULO 31

NICK

Amo ver esa sonrisa en su cara, está feliz con tan poco, la miro dar saltitos euforia a mi lado señalando todas las atracciones a las que quiere que subamos, parece una niña de cinco años y me encanta que sea así. La gente nos mira raro pero no le damos importancia, ya no importa si mañana salimos en las revistas igual se enterarán por nosotros.

- Primero tenemos que ir a ese - sigo su dedo que señala un kiosko donde hay que lanzar dardos y ganas un peluche.

- ¿Cual peluche quieres? Lo ganare para tí - la llevo hasta allá, le pido al joven encargado que me dé los cuatro dardos que son, pago y me pongo en posición. Tengo que darle al blanco en las 4 tiradas y así lo hago, mi bonita brinca a mis brazos feliz, la agarro de la cintura abrazandola.

- Elija el peluche, señorita - le dice el joven.

Aun en mis brazos ella los mira todos, recorre la estantería y veo claramente cuando sus ojos se detiene en la pareja de pingüinos novios, la hembra lleva un velo en la cabeza y el macho un sombrero negro, no es el mas grande pero sabia que esos le gustarian.

- Los pinguinos - me adelanto y ella me mira con los ojos brillosos, beso su frente.
El chico los coje y se lo entrega, los peluches le pesan y ella se tambalea al agarrarlos - gracias - asiento, tomo yo los peluches para que pueda caminar bien,  agarro su mano y beso sus nudillos - ahora ¿a donde? - pregunto.

Asi pasamos toda la tarde yendo y subiendo a las atracciones que mas le llaman la atención, Amor tomando muchas fotos de nosotros, tambien le tomo solo a ella y ella a mí, cuando son las seis de la tarde la llevo a un puesto de comida chatarra, pedimos hot dogs, nachos y sodas, nos sentamos en una de las mesitas libres y comemos viendo como llega el atardecer.

- Nos falta la rueda de la fortuna - tiene la mirada puesta en esta mientras muerde el hot dog. Le limpio la comisura donde tenia salsa de tomate, me regala una sonrisa - la he pasado increible, estar a tu lado es lo mejor del mundo - el corazón me palpita acelerado por sus palabras.

- No, estar a tu lado es lo mejor, soy muy afortunado por tenerte y le agradezco a Dios por ponerte en mi camino - sus ojos se cristalizan pero me esta sonriendo - Te amo, mi amor - me acerco a ella, la atraigo a mi pecho y beso su frente.

- Los dos somos afortunados, cariño....te amo - agarra mis mejillas y m besa con ternura.

Estamos frente a la rueda de la fortuna, no hay muchas personas haciendo fila para subirse, antes de colocarnos en esta, agarro a Amor de la mano y la planto frente a mi, ella me mira sin entender lo que hago, busco con la mirada a alguna persona que pueda ayudarme, al ver a una pareja de nuestras edad los llamo y les pido de favor que nos tome una foto, le entrego mi celular a el chico y la camara instantanea a la chica que nos mira con una sonrisita. La rueda de la fortuna es la que nos alumbra con las luces que la rodean, le sonrio a mi bonita y la beso, un beso donde le demuestro lo mucho que la amo. Cuando nos separamos la atraigo a mi cuerpo resguardandola del frio, ya que a esta hora esta corriendo bastante fresco.

- Muchas gracias chicos - les agradezco y tomo el celular y la camara.

- No hay de que - dice la chica - hacen una linda pareja - agrega y abraza a su novio.

- Igualmente - mi chica le sonrie afable.

Conversamos unos minutos mas con Elena y Adam, si despues nos presentamos, y unos minutos despues estabamos en la cima de la rieda de la fortuna, viendo el cielo nocturno brillar por las estrellas y la luna iluminando el mar, era una imagen increible y la compañia, mucho mas.

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La miro de reojo mientras manejo a una velovidad considerable, Amor se quedó dormida media hora despues de salir del Luna Park, era de esperarse si anduvo corriendo de un lado para otro. Suspira entre sueños e inconsientemente alarga su mano colocandola en mi pierna, una sonrisa tonta se forma en mis labios. En los asientos de atras van los peluches y otras cositas que compramos.