Capítulo 13 🖇

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Cuando Soobin tenía veintitrés y Yeonjun veintiséis, ya las cosas no iban igual entre ellos. No se hablaban con frecuencia al menos que fuera sobre cosas del apartamento que compartían u otra cuestión de relevancia. Ya no se quedaban rato, solos, hablando de su día y de sus sueños. Soobin se concentraba en su tesis y Yeonjun en su demandante trabajo.

La idea de adoptar una mascota fue olvidada por Yeonjun y Soobin fingió también hacerlo. Además, solo comían juntos los domingos cuando debían ir a casa de sus padres porque los demás días cada quien lo hacía donde estuviera a la hora.

Cuando comenzó la temporada navideña Soobin volvió a emocionarse por la llegada de su época favorita del año. Colocó algunas decoraciones en el apartamento y comenzó a hacer la lista de regalos. También, planeó cuidadosamente el regalo que tenía para su novio.

Podían estar distanciados, pero Soobin echaba la culpa a la universidad y al trabajo, o eso intentaba hacerse creer, porque se le había escuchado su corazón romperse por partes cada vez que sentía que estaba más lejos de su pareja.

Cuando por razones dejaron de coincidir en las mañanas, Soobin se encargaba de dejarle una nota al lado de la cafetera que cuando llegaba tenía otro lindo mensaje de Yeonjun. Podía ser un corto "te amo" y de vuelta un "yo te amo más", o un pequeño poema y hasta un chiste; cualquier cosa que los hiciera sentirse conectados. Un día Yeonjun dejó de responder a esos mensajes y solo se tomaba el café.

El 24 de diciembre, horas antes de Navidad, cuando aun era de tarde, se apareció el mayor con la noticia de que había sido invitado a una importante fiesta que organizaba uno de los socios más importantes de la empresa y que sí o sí debía asistir.

— Puedes ir, si quieres,— sugirió Yeonjun luego de informar de la salida.

— No puedes decirme eso unas horas antes porque necesitaría un buen traje para ir y ya no es hora de ir por uno— bufó un molesto Soobin.

— Tienes trajes que te quedan bien, ve con uno de esos.

— Solo tengo dos y ninguno se presta para una importante fiesta de Navidad de tu socio, Yeonjun— reclamó.— Además, ¿por qué quieres que vaya?

— Eres mi novio y la mayoría de personas va acompañado.

El corazón de Soobin volvió a romperse. Yeonjun solo quería un acompañante para el evento. No buscaba pasar la Navidad con él, solo usarlo como accesorio en la fiesta.

— No iré,— sentenció.

— Si es un traje que quieres, conseguiré uno para ti— dijo Yeonjun intentando convencer al menor.

— Puedes ir tú solo, porque de todos modos es a ti a quien quieren allí.

Esperó un "pero yo te quiero a ti" aunque sus esperanzas estaban casi muertas y obviamente no sucedió, sino que se dio por terminada la conversación cuando el mayor caminó hacia la habitación.

Soobin se juró que si Yeonjun salía sin siquiera besar sus labios entonces se iría de allí. Lo hizo confiando ciegamente en el amor que habían dicho tenerse por cinco años. Cuando dieron las ocho de la noche vio a su novio salir de la habitación oliendo a ese perfume que tan bien conocía y vestido impecable; lo vio caminar hacia la repisa para tomar las llaves de su auto y lo vio salir sin decir media palabra.

El corazón de Soobin terminó de romperse.

Luchando con sus propios pensamientos se obligó a ver un maratón de películas navideñas en espera de que, por arte de magia, Yeonjun se devolviera y decidiera pasar la Navidad con él. Porque él había cancelado salir de fiesta con sus amigos para pasarla con su novio y darle el importante regalo que había estado planeando. Porque a pesar de todo él lo amaba tanto que deseaba pasar el resto de su vida juntos.

Tomó la pequeña caja en sus manos y la acarició mientras sollozaba. La que contenía un par de hermosos anillos que había seleccionado cuidadosamente. De oro y con un diseño simple pero bonito que se supone que pronto iban a lucir ambos.

Quería gritarle al mundo que se iba a casar con el amor de su vida, con el único hombre al que le había entregado todo de si.

Años atrás habían hecho una tonta apuesta sobre quién pedía matrimonio primero. Aún estaban iniciando su noviazgo, pero les gustaba hablar del futuro. Ya parecía haber sido olvidada, aunque Soobin pensó que podía tener una victoria.

Imaginó a Yeonjun luciendo estupefacto para luego atacar sus labios de la manera en que solo él sabía hacerlo. También pensó que no iban a soltarse toda la noche derrochando toda la felicidad de sus corazones. Pensó que eso los uniría otra vez y quizá no tendría que quedarse solo otra vez como lo había estado toda su vida.

Yeonjun llegó a la mañana siguiente, cuando el sol aún estaba oculto. Pensó en ir y abrazar a su novio en la cama para mtigar el frío de su cuerpo. La verdad, amaba abrazarlo aunque solo lo hacía por las noches. Luego de un día estresante su recompensa era enredarse en el cuerpo del menor y allí dormir como un bebé. Abrazar a Soobin era, por mucho, una de sus cosas favoritas en el mundo.

Buscando el conocido calor entró a la habitación y caminó hacia su lado de la cama, el izquierdo. Pero al echarse notó que solo estaba él allí, ¿Dónde estaba Soobin? No se escuchaba ruido en el baño y no lo había visto afuera. Revisó todo el apartamento y no había rastro del menor. Incluso todo estaba más ordenado de como él recordaba haberlo dejado antes.

Todo estaba en su lugar, solo faltaba Soobin, o eso pensó, porque en el armario y en los cajones había un vacío, en el tocador habían productos para una sola persona y un solo cepillo de dientes se encontraba sostenido en la pared. No estaban sus zapatos en la entrada ni su computadora en el escritorio.

Lo único que quedaban eran unas cuantas cosas que había sido imposible empacar a tiempo, también las fotos de ambos reposando en las paredes, mesas y repisas. Había dejado su café y los caramelos que solía poner en la alacena.

Dejó cosas pequeñas que resultaron grandemente dolorosas para un corazón confundido porque perdió la única cosa que consideraba eterna.

El día que Soobin se fue Yeonjun lloró y también comenzó la historia interminable de un par de chicos que le confiaron su amor al tiempo y al destino.

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*se va lentamente

*se va lentamente

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Ese Alguien | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora