Capítulo 12 🖇

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Esa fría noche de Navidad Soobin se encontraba frente a su televisor con botanas mientras veía un maratón de películas Navideñas que le gustaban. Era una forma de matar el tiempo ya que no había nada más que hacer.

Las lágrimas mojaban sus mejillas aunque haya perdido la cuenta de la cantidad de veces que ha visto la misma escena; el protagonista corriendo en la nieve para llegar hacia su amor aun cuando se encuentra herido. Esas escenas siempre lograban conmover su corazón.

Terminada esa película, con un obvio final feliz al ser navideña, tomó el control remoto para colocar otra, pero fue interrumpido por su propio celular. Ya pasaban las dos de la mañana y había sido felicitado por todos en cuanto dieron las doce. Extrañado miró la pantalla encontrándose con un número que pensaba no lo volvería a llamar en toda la temporada.

Soobin podía considerarse alguien exagerado, él se llama precavido. Guardaba el teléfono que todas las personas que tenían algún tipo de relación con sus cercanos. Tenía el número de los amigos de sus padres, de los de Beomgyu, de compañeros de trabajo de Felix y también de la familia de este como los de la de Wooyoung. También contaba entre esos números el del bartender del bar al que iban los chicos. Había sido un intercambio con la promesa de que este lo llamaría si necesitaba que Soobin buscara a alguno.

Descolgó la llamada y habló: — ¿Hola?

— Hola Choi Soobin, ¿es usted?— se escuchó del otro lado de la línea.

— Sí, soy yo Sam, ¿qué pasa?

— Necesito que venga por el señor Choi, ya está muy borracho y temo que le pase algo.

No lo pensó dos veces cuando corrió a cambiarse la pijama por algo casual,  tomó su celular y salió rápidamente del edificio en su vehículo. Llegó lo más rápido que las circunstancias le permitieron y se adentró al bar en busca de la persona que lo había movido de su cómodo sofá.

Yeonjun estaba sentado en una silla alta, frente a la barra, con sus brazos apoyados en esta y un vaso en su mano derecha. La mirada del recién llegado también recorrió su alrededor donde vio a varias personas acercarse al mayor, pero se alejaban con rapidez. Al parecer Yeonjun ya estaba muy mal como para rechazar una charla con el joven bonito que se le acercó de último, pensó Soobin.

Cuando Sam, el bartender, reconoció a Soobin le hizo señas indicándole que se acercara. De seguro pensando que no lo había visto cuando realmente llevaba unos minutos observando a la distancia.

— Levántate Choi, te llevaré a casa,— dijo una vez estuvo al lado de Yeonjun.

Este al escuchar la voz del menor levantó la cabeza rápidamente y le sonrió ampliamente. Borracho al fin no medía acciones ni consecuencias por lo que se intentó parar rápidamente del asiento tropezando. Fue sujetado por Soobin para no se callera y al estar los dos en frente el borracho abrazó efusivamente al contrario.

— ¡Feliz Navidad Soobinie!— Gritó en el oído del aludido y este sintió todo el olor a alcohol inundar sus fosas nasales.

— Feliz Navidad Yeonjun, ahora vamos a casa— bufó desesperado por salir de allí.

— ¡No! No podemos irnos, amas la Navidad y podemos bailar.

Soobin respiró profundo porque no podía mentir diciendo que no se esperaba algo como eso. Si el mayor cada vez que tomaba a ese punto solía parecer que le habían inyectado azúcar. Por desgracia, era el único que logrababa controlar a Yeonjun en ese estado.

— No haremos eso, te llevaré a tu casa.

— Soobinie, eres tan lindo.

Comenzó su técnica de manipulación: llenar de halagos al menor.

— Sé que soy lindo, ahora vámonos.

— ¿Iremos a ver los fuegos artificiales? — preguntó ilusionado.

— Ya pasaron los fuegos artificiales Choi— respondió intentando mover el cuerpo, poco cooperante, de Yeonjun.

— Si me dices Choi creeré que estás enojado conmigo— comenzó a hablar Yeonjun mientras daba los primeros pasos hacia la salida que el otro agradeció.— Sólo llámame Junie o Cielo... hace mucho que no me dices Cielo.

Soobin no sabía que responderle a eso. "Hace mucho que no eres mi cielo" podía resultar doloroso e incluso era una mentira. Yeonjun siempre había sido su cielo. Donde sea que mirase ahí estaba él, además de ser alto y algo inalcanzable aunque por mucho tiempo sintió que era el primer ser humano que tocaba el cielo. Por eso decidió quedarse callado y dejar que el mayor continuara con su monólogo.

— ¿Al menos podemos ir a comer pastel de pescado? Te gustan mucho, vamos. O podemos ver películas navideñas. Dí que sí, Soobinie, no seas duro con tu amorcito.

Borracho, Yeonjun olvidaba que llevaban cinco años de haber terminado y actuaba como el novio caprichoso pero complaciente que fue una vez. Hubiese preferido que recordara todo eso hace años, ya no era necesario. Porque pasó esa última Navidad solo, viendo esas películas navideñas en el apartamento de ambos cuando Yeonjun asistía a una gran fiesta con gente de su clase.

🧸

Andamos navideños por aquí xd  pero la realidad es que me estoy derritiendo del calor y debo estar frente al ventilador todo el día.

Ando con inspiración para esta historia así que escribiré lo que pueda antes de tener que irme para la universidad.

Debo estudiar mucho porque estoy en finales </3 pero el cuatrimestre que viene tendré clases todos los días por lo que será más difícil escribir así que terminaré esta historia antes.

Cuídense mucho y no olviden usar tapabocas en lugares con muchas personas, por favor.

¡Moatori se despide! ♡

(Mis padres <3)

(Mis padres <3)

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Ese Alguien | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora