Ese Alguien | Yeonbin

Capítulo 22 🖇

Beogmyu se cercioró de que su hermano estuviera durmiendo cómodamente para tomar las llaves de su camioneta y salir de allí.

La paciencia no era su mejor virtud y había sido regañado desde pequeño por ser impulsivo. La única persona que encontraba gracia en esa actitud era Taehyun y creía que era porque aún estaban muy enamorados. Pero no faltaba mucho para que su novio se uniera a la lista de personas preocupadas por las decisiones tontas y sin pensar que tomaba Beomgyu.

Sin embargo, esta podía ser una de las más arriesgadas que tomó en su vida, después de huir de su boda la cual siempre tendría el primer lugar. Esta vez se trataba de meterse en la vida de alguien, y aunque sentía a su conciencia reclamando que volviera a casa porque ese no era su asunto sabía que no podría dormir sin al menos saber lo que había pasado con Yeonjun.

Condujo hasta el edificio que tan bien conocía. Aquel era uno de sus lugares favoritos de Seúl porque era el hogar de su hyung. Se bajó del vehículo y tomó el ascensor hasta llegar al piso correspondiente. Una vez frente a la puerta tocó el timbre, sin importarle que era casi media noche y probablemente estaría dormido.

Sus manos sudaban y sentía el pulso acelerado, eran síntomas de la ansiedad que lo estaba consumiendo en ese momento esperando a ser atendido.

La puerta se abrió dejando ver a Soobin son el pelo húmedo y una pijama. El mayor, se sorprendió de la persona que se encontraba tras la puerta.

"¿Qué hacía Beomgyu en su casa a esa hora?" Se preguntó.

— Hyung, necesito hablar con usted.

Algo se removió dentro de Soobin cuando escuchó la forma en que le habló, sin tutearlo y sin una pizca de emoción en su voz.

— ¿Tuviste algún problema con Taehyun? — fue lo primero que se le ocurrió preguntar.

— No, pero necesitamos hablar. No se preocupe, me iré de una vez.

Beomgyu lo esquivó y entró al apartamento sin recibir la invitación. No notó que Soobin intentó retenerlo ni que hizo amago de hablar. Solo se concentró en el hombre sentado en su sofá favorito que lo miraba igual de extraño que él.

— ¿Quién es él? — preguntó sin poder controlar el tono de molestia.

— Es Lee Dongyul, ¿no lo recuerdas de mi cumpleaños?— oyó decir a Soobin.

Hizo memoria y dio con la imagen de ese hombre que había coqueteado con su hyung en la fiesta. Entonces sintió ira, sin pensar en alguna justificación válida.

Solía molestar a Soobin sobre si salía con personas y no le contaba nada, pero eran solo bromas que según él nunca se harían realidad. Para él, sus hyungs siempre iban a estar ahí para el otro y al final de cuentas se iban a dar cuenta de que estaban mejor juntos. Él quería volver a llamar a Soobin cuñado y quería volver a visitarlos juntos para que lo consistieran con sus cosas favoritas.

Y ahí entendió a qué se refería Yeonjun cuando dijo que sufría por ser un egoísta, porque ya tenía una mínima idea de lo que había sentido.

— ¿Cómo se enteró?— soltó la duda sin moverse de su lugar y sin quitar la vista del hombre en el sofá de su hyung.

— Changbin y Lix organizaron una cena para contarnos algo y ahí pasó— aclaró el dueño del lugar.

— O sea que no tuvo opción— Soobin lo miró extrañado sin entender las palabras del menor— estuvo entre la espada y la pared— continuó hablando Beomgyu— no le dieron opción y lo obligaron a ver eso.

Dongyul, sin entender lo que sucedía, se posicionó al lado de Soobin y sostuvo su mano dándose cuenta de que temblaba un poco.

Beomgyu notó esa acción y no pudo evitar mostrar su desprecio a través de los ojos.

— Yo lo siento hyung,— dijo dirigiéndose a Soobin— sabe que lo amo mucho, pero Yeonjun hyung es mi prioridad y no voy a tolerar que le hagan daño.

— No entiendo lo que pasa, pero aquí nadie hizo nada con mala intención— intervino Lee intentando calmar la tensión, pero solo se ganó la mirada fulminante de Beomgyu y un apretón en la mano de su novio.

— Yo lo siento, hyung,— habló el menor ignorando al que acababa de hablar.— Se que me apoyas en todo, pero yo no puedo apoyarte en esto.

— Beomgyu, cálmate, deja que te prepare un té.

— ¡No me pidas que me calme!— Gritó por primera vez desde que había llegado.— No me pidas que me calme cuando le hicieron eso a mi hermano— reclamó dejando correr tosa su furia y sus lágrimas.— Tú lo sabes, sabes de su ansiedad, de sus problemas emocionales, de las veces que ha intentado dejarme solo. Tú lo sabes Choi Soobin y aun así lo acorralaste.

— Beomgyu, yo nunca quise...— Soobin intentó intervenir siendo interrumpido de nuevo por el menor.

— No quisiste, pero lo hiciste— dijo duramente.— Entiendo que quieras rehacer tu vida y ser feliz, pero hazlo lejos de él, ¿está bien? Y también lejos de mí, porque no quiero sentir que lo pierdo otra vez. Es solo tu ex, pero para mí es mi hermano y es mi todo y ustedes seguirán sus vidas si él no está pero nosotros dos sabemos que yo no podría. Así que, por favor, si vas a seguir haciendo esto aléjate.

Dicho esto, Beomgyu se marchó de nuevo hasta su apartamento. Al llegar entró a la habitación donde se encontraba sentado su hermano.

— ¿Dónde estuviste?— preguntó preocupado.

— Tú tranquilo, ya estoy aquí.

— ¿Pasó algo? Parece que estuviste llorando.

— Tú también tonto, no preguntes— esquivó para no tener que contar— ahora vamos a dormir.

Esa madrugada olvidaron que ambos eran unos adultos y volvieron a hacer lo que era habitual cuando aun eran niños: dormir abrazados porque ellos eran lo que tenía el otro, siempre habían sido ellos dos y Beomgyu no iba a permitirse perder eso aunque fuese la persona más egoísta del mundo.

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Holi y adiós </3