Extra 1 🖇

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La Navidad era la época favorita de Soobin. También de Yeonjun. Para el menor era porque estaba cerca de su cumpleaños, daban regalos, la comida era deliciosa y la gente solía reunirse con más frecuencia. Para Yeonjun era un poco más sencillo, porque Soobin la amaba.

El desastre de su sala confirmaba que la única razón era Choi Soobin.

Su bonito prometido había insistido en decorar un poco el departamento para que sintiera aquel "espíritu de la Navidad". Él sinceramente no tenía ánimos para eso, y menos cuando estaba atiborrado de trabajo. Pero no se iba a negar ante Soobin, no cuando ponía esa mirada que lograba derretirlo.

Terminó subido a unas escaleras colgando unas guirnaldas. Debía admitir que se vería muy lindo todo luego de terminar. Pero en ese momento solo tenía a Soobin dando indicaciones. Que si debía subirlo un poco más y mover lo hacia la derecha, pero no tanto porque se extenderá y perderá el efecto. Estaba a punto de dejarse caer desde allí.

- Soobinie, creo que ya está perfecto.

- No, aun falta ponerle las luces- dijo el menor, pero viendo el rostro cansado de Yeonjun formó una sonrisa y le hizo el ademán de bajar.- Lo hiciste bien, cielo- felicitó rodeando su cuello con los brazos y depositando un suave beso en sus labios.

- Pondré las luces- informó Yeonjun antes de separarse sin abandonar la sonrisa.

Objetivo conseguido.

Para cuando cayó la noche el apartamento lucía como el lugar perfecto para que Santa Claus descansara luego de media noche. Solo que el único que quería descansar era Yeonjun quien se dio una ducha rápida para echarse en su cama sintiendo un alivio al contacto de su espalda con la superficie.

- Bebé, ven aquí conmigo- demandó Yeonjun oyendo como Soobin aún reacomodaba algunos elementos para que se viera perfecto.

- ¡Ya voy!

- Necesito tenerte aquí- refunfuñó. Pero logró que Soobin dejara todo y entrara a la habitación. El menor le dedicó una sonrisa y se recostó a su lado. Yeonjun aprovechó para girarse y rodearlo con sus manos.- Quedémonos así hasta mañana- pidió en su susurró con los ojos cerrados.

- Tenemos que cenar algo, no es sano dormir con hambre- le hizo saber Soobin.

- Si tienes hambre puedes comerme a mí- dijo haciendo movimientos sugestivos sacando una carcajada del chico entre sus brazos.

- Si te como a ti me dará más hambre, es cuestión de lógica.

- Si me comes te prometo que seré el primero en pararse para prepararte algo de alimento- aseguró.

Soobin acercó su rostro al cuello del mayor y depositó lentos besos allí sacando sonidos placenteros. No haría mucho porque estaba bastante agotado luego de un día de trabajo y decoración, pero era una pequeña recompensa. Acompañó los besos con caricias en el desnudo abdomen del mayor. Cuando sintió que este puso sus manos sobre él las alejó. Quería solamente dar.

Choi Yeonjun no era perfecto. Como todos los seres humanos cometía errores. A veces insignificantes y otras veces con gran peso. Pero se esforzaba, era evidente su dedicación por hacer las cosas bien, como si tuviera el peor miedo del mundo, ese de perder una segunda oportunidad.

Soobin quería eliminar ese pensamiento de su mente. Necesitaba hacerle saber que no debía sobreesforzarse, que estaba bien y que no lo dejaría. Quería demostrarle todo el amor que tenía para él, uno que lo hiciera sentir seguro.

Los suaves besos bajaron a su abdomen y las caricias comenzaban a recorrer más rincones de su cuerpo. Porque así debía sentirse el amor, en todas partes.

Ese Alguien | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora