Capítulo 29 🖇

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Días después del pequeño incidente parecía olvidado, o al menos esas eran las intenciones.

Yeonjun salió de su trabajo antes de que cayera la noche y fue directo a su apartamento a prepararse para su salida en la noche.

Había recibido una extraña invitación de su mejor amigo. Extraña porque Changbin era alguien perezoso y salir un día de semana a un bar en la noche no era su plan favorito, ni siquiera cuando ambos eran universitarios. Sin embargo, no se iba a negar ante la invitación.

Antes de subir de vuelta al auto, recibió un mensaje de Wooyoung advirtiéndole que no se pasara de copas o como castigo adelantaría todas sus reuniones para la mañana siguiente. Se estremeció ante la idea, y sabiendo de lo que ese hombre era capaz decidió responder con un "sí, mamá" y un emoji de ángel.

Ya en el bar divisó a Changbin sentado frente a la barra acompañado de San.

— No puedo creer que te dejó venir— bromeó luego de abrazar al último.

— Lo había llamado también a él, pero dijo que era un hombre muy fino como para beber alcohol entre semana— se quejó Changbin— pero puedo ver cuando claramente no le importa y se emborracha con Lix en mi propia casa y en pleno miércoles.

— Estoy bajo amenaza, pero vine por Bin— dijo San agarrando el hombro del más bajo.

— Yo también estoy bajo amenaza y no quiero reuniones en una mañana con resaca.

Los tres se carcajearon y llamaron al barman para ordenar su primera ronda de alcohol.

— Habla, no tenemos toda la noche— alentó Yeonjun dando el primer trago a su vaso.

— Solo quería escapar de casa por un rato— suspiró.

Los dos amigos se sorprendieron. Era la primera vez que escuchaban a Changbin decir algo como eso. No es como si todas las relaciones fueran perfectas, pero a su parecer la de este con Felix era una de las más estables que habían conocido.

— ¿Hay una razón en específico para eso?— le cuestionó San.

— Solo me siento abrumado— expresó bajando la cabeza. Yeonjun le dio unas palmadas en la espalda buscando reconfortarlo y fue agradecido con una mirada.— ¿Recuerdan lo de la adopción?— los aludidos asintieron— Pues todo es un caos luego de eso. Al principio nos pareció buena idea eso de darle un hogar a alguien que lo necesitara, pero nadie te advierte lo difícil que es y Lix es muy sensible y ha tenido cambios de humor drásticos luego de eso.

Yeonjun solo pudo asentir entendiendo las palabras de su amigo. Sin embargo, él no tenía la más mínima experiencia para aconsejarle. Los problemas matrimoniales le parecían tan lejanos además de envidiables. Los envidiaba porque al menos tenían a alguien con quien tener problemas, con quien conversarlos y llegar a un acuerdo.

— ¿No estuvieron en contacto con una agencia de adopción? — San fue el que preguntó viendo que el otro Choi no decía nada.

— Felix me pidió que la dejáramos. Dice que parecen un mercado de niños más que una agencia de adopción, que le gustaría algo más personal— expresó.— Y lo entiendo, también me gustaría que fuese así y no como un catálogo de juguetes. Pero no hemos encontrado esa opción y él se siente frustrado y llora. Al otro día se levanta con una emoción extrema y se pasa la mañana buscando información y hablando de eso, para luego enojarse cuando no encuentra nada y eventualmente volver a llorar.

Changbin sonaba cansado, como si hubiese corrido un maratón sin detenerse a beber si quiera un trago de agua. Eso estrujó el corazón de Yeonjun.

— ¿Y tú cómo te sientes con esa situación? — se atrevió a preguntar. Eso era lo que hacía Soobin cada vez que se desahogaba en el sofá del apartamento del menor. Siempre le preguntaba que cómo se sentía él al respecto y le ayudaba mucho identificar sus propias emociones, así que pensó que sería lo mismo para su mejor amigo.

— También estoy cansado, también me frustro, pero no puedo llorar o hacer una escena porque necesito cuidar de Lix. No podemos ser los dos y él es más sensible— se sinceró.— Hoy tuvimos una discusión y me sentí fatal, por eso estamos aquí.

Yeonjun supo que había tenido razón, aunque eso dolía. Changbin no era del tipo que salía de casa los días de semana y era una persona pacífica. Tenía una personalidad cálida e incluso paternal que hacía sentir a la gente cómoda. Incluso Felix había dicho en múltiples ocasiones lo difícil que era que el mayor se enojara en serio, porque cuando todos pensaban que había perdido la paciencia se reía como un padre ante un inquieto niño.

Si los Seo habían discutido entonces ese límite se había sobrepasado y eso lo asustaba en gran manera. Cruzar los límites no era una buena señal, al menos en su experiencia.

— Llegó a casa con un peluche— soltó Changbin luego de un silencio en el que solo se oían los hielos moverse dentro de lo vasos de vidrio.— Me lo mostró ilusionado diciendo que sería el primer regalo que le daríamos a nuestro nuevo hijo o hija. No pude soportarlo, no quería verlo colapsar otra vez y le dije que lo devolviera.

— Bin, eso fue cruel— intervino San sin sonar juzgador, solo queriendo que se diera cuenta.

— Lo sé, ahora lo sé. Pero vi en ese peluche nuestros intentos fallidos y no quiero que se ilusione y esté esa cosa allí recordándole que no tiene un bebé en sus brazos. Lo hago por él, se los juro que es solo por él.

Yeonjun se bajó de su silla y abrazó a su mejor amigo dejando que llorara entre sus brazos. No lo entendía a la perfección, no podía comprender todo lo que estaba pasando por su cabeza, pero si algo sabía era que lo iba a acompañar en todo y eso incluía momentos oscuros como el que estaba pasando.

Entonces recordó a Felix, que estaba en casa, probablemente solo luego de la primera gran discusión con su pareja en años. No podía estar solo, él también necesitaba consuelo. Le hizo señas a San para que se acercara y tomara a Changbin que seguía llorando, cosa que luego justificaría con que había tenido un par de copas encima.

Caminó hacia los baños en búsqueda de silencio para realizar una llamada y tres tonos después escuchó la voz que estaba esperando.

— ¿Hyung? ¿Pasó algo? — oyó del otro lado de la línea a Soobin sonando extrañado.

— Hola, Soobinie— saludó primero— necesito un favor— informó.

— Claro, dígame.

— Ve a la casa de Lix y quédate con él.

— ¿Pasó algo? ¿Changbin está bien?

— Tranquilo, yo estoy con Bin en el bar, pero Lix está solo en casa y tuvieron una discusión así que pensé que tu compañía lo ayudaría— expresó sin dar más detalles ya que no era su incumbencia.

— Iré ahora mismo y gracias por avisar, hyung.

— Conduce con cuidado, Soobinie y avisa cuando llegues, ¿está bien?

— S-sí, sí, lo haré— respondió haciendo sonreír a Yeonjun.

Cuando colgó la llamada se quedó viendo su teléfono, el contacto de nombre "Soobinie" encabezando la lista registros de llamada y sonrió nostalgico  sabiendo que en algún tiempo eso solía ser algo común.

Despejando esos pensamientos se adentró de nuevo al oscuro local para volver con sus amigos.

🧸

Hola :')

No me cancelen, okno... si les gusta el changlix como a mí no sufran mucho, esto es solo una mala racha de nuestros padres (aquí reflejando mis daddy issues, okno)

Cuídense mucho bebus <3

¡Moatori se despide! ♡

Ese Alguien | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora