Capítulo 3 🖇

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El 5 de diciembre era una fecha especial, el cumpleaños de Choi Soobin. El celebrado había dicho que no quería nada grande, pero Beomgyu adoraba las fiestas y la haría aunque el mismo Soobin no asistiera. Así acabaron rentando un local y decorando todo digno de un veintiocho cumpleaños.

Beomgyu insistió en que debía estar lo más lleno posible aunque era casi improbable. Soobin invitó a algunos compañeros del hospital con los que hablaba más a menudo, también estaban sus amigos más cercanos como Felix y Changbin, Wooyoung y San, Taehyun, Beomgyu y Yeonjun. Sí, porque ya era costumbre en esos cinco años que ninguno faltara al cumpleaños del otro. También fueron invitados los amigos de Beomgyu y la hermana mayor de Taehyun, Mina.

Al rededor de veinte personas se encontraban allí, charlando y tomando algo. Era una fiesta tranquila, o el intento de una porque Beomgyu y sus amigos se habían encargado de ponerle un poco de ritmo a la pista. Miró a su menor bailar libremente entre los demás y sintió que al menos había valido la pena porque se estaba divirtiendo.

Yeonjun y Taehyun se habían enfrascado en una conversación mientras vigilaban que no ocurriera nada con el pelilargo. Mina había encontrado temas de conversación con Felix, Changbin, Wooyoung y San. Por otro lado, sus compañeros de trabajo estaban en una mesa con otra platica.

Todo parecía estar funcionando bien, bajo control. Se las arregló para dedicarle tiempo a todos sus invitados y cerciorarse de que todos comieran y bebieran a su gusto, aunque los menores lo habían mandando a disfrutar más de una vez alegando que ellos se encargaban, pero cuando sonaba una nueva canción salían corriendo a la pista diciendo que sería la última.

Pasado un tiempo, Soobin se sintió algo sofocado y decidió ir afuera por algo de aire fresco. Sintió una presencia a su lado y cuando giró vio que se trataba de Lee Dongyul, un oncólogo compañero del hospital con el que se llevaba muy bien.

Dongyul refería a sus pacientes con Soobin para que recibieran tratamiento psicológico a la par del tratamiento para su cáncer y eran un buen equipo. Ambos lo suficientemente profesionales y humanos para preocuparse por la recuperación integral de cada paciente.

— Gracias por invitarme a tu fiesta,— dijo el médico a Soobin.

— Gracias a ti por venir. No suelo hacer muchas fiestas Beomgyu insistió y terminé accediendo. No todos los días cumples veintiocho años.

— ¿Es tu hermano?

Hermano de mi ex, pensó.

— Un amigo, te lo presentaré después. Adora conocer gente.

— Ya me dio curiosidad por conocerlo. 

Tuvieron un lapso corto de silencio en el que Dongyul terminó la lata de cerveza que tenía en la mano y luego habló: — Oye Choi, ¿Tienes algo qué hacer el sábado en la noche? Hay una obra y conseguí boletos.

— El sábado en la noche...— Soobin pensó.— Creo que no tengo nada, hace mucho no voy al teatro.

— Genial,— respondió el médico.— Nos vemos el sábado, volveré a adentro.

— Está bien, yo entro en un momento.

Vio como su compañero volvía a la fiesta. Salir debería despejarlo, ¿no? Cambiar de ambiente por unas horas. Realmente lo necesitaba y se llevaba bien con él así que aceptar la salida había sido lo mejor.

¿Qué si sabía las dobles intenciones de su amigo? Claro, no era ciego y además, años de práctica le habían dado la habilidad de leer entre líneas. Lee había estado medianamente interesado en Soobin desde hace un tiempo. A él no le gustaba, pero no se negaba a una amistad.

Ese Alguien | YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora