[Capítulo 3]

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Lan WangJi pudo haber crecido en ingenuidad y dulzura.

Su familia podía conseguirle todo lo que su corazón anhele.

Tenía el dinero y la posición que muchos omegas envidiarían.

Pero sabía que no todo en su vida era color rosa.

Su madre antes de morir le recordó que vivía en mundo rodeado de traicioneros y dobles caras, que jamás confiara en nadie, aunque fuera su padre, hermano o tío. Su condición omega en su familia no era una ventaja, cualquier día podía ser útil y lo usarían.

Solo mirarían por los intereses de su familia, nunca por los de él.

De verdad, el intentó no creerle, quería pensar que su familia era más que orgullo y estatus.

Sus falsas expectativas se vinieron abajo cuando explotó la guerra, dejando a varias personas en estados desesperados y con necesidad de buscar un refugio.

Él suplico cuando vio al contingente Jiang llegar a las puertas de Recesos en las Nubes, le pidió a su tío que los recibiera... pero quien le iba a hacer caso a solo un niño de diez años.

Podía notar la clara desesperación de los herederos Jiang al ser rechazados por los Lan.

No tenían a donde ir y ninguna familia les quería abrir las puertas.

Trató de entender su situación, su hermano fue asesinado y arrojado como un cadáver cualquiera a los túmulos funerarios y su casa fue reducida a cenizas.

Lan WangJi por primera vez en su vida se sintió impotente.

Mientras la guerra avanzaba, él se dedicó a entrenar, tenía que mejorar para poder demostrar que valía algo, que era más que el bebé de la familia Lan.

Siempre mantuvo las palabras de su madre cerca de él, no tenía que confiar en nadie. Solo se tenía a él, aunque bajó un poco la guardia con su hermano mayor, desde pequeños solo eran su hermano y él, era imposible que Lan Xichen lo vendiera al mejor postor, ¿verdad?

¿Verdad?

Ya no se veía tan imposible.

—¡Xichen! ¿Te volviste loco? —Lan QiRen gritó, paseándose por toda la oficina de su sobrino mayor, evitando jalarse el pelo. —Mandar a WangJi con el Patriarca es una tontería, ¡por Dianxia! ¡Es tu hermano!

—Y también es lo que ese malnacido quiere, tengo que ver por mi imperio y WangJi también debería hacerlo—el alfa Lan ni se inmuto en el aspecto tan histérico que tenía su tío, colocando sus brazos en su mesa e inclinándose un poco hacia delante.

Jin GuangYao estando al lado de la silla del alfa, arrodillado y con la cabeza sumisamente agachada.

Lan WangJi solo observaba en silencio el intercambio agresivo entre su tío y hermano, arrodillado enfrente del escritorio y con la cabeza agachada, era una postura que odiaba, lo hacía sentirse inferior a ellos, ¡lo hacen rebajarse al nivel del omega en turno de su hermano! ¡Cuando se supone que es un heredero!

—Recapacita, Xichen, WangJi no debería ir, su lugar está aquí bajo protección. Además, nada te asegura que es a él a quien quiere ese tipo, puede ser cualquier omega del club de Caiyi, yo podría...

—¡No! —el jade mayor gruñó y se levantó de su asiento, golpeando la mesa con ambas manos. —Irá WangJi porque yo lo digo, ¡yo soy la autoridad aquí!

Las feromonas de alfa enojado hicieron encogerse sobre si mismos a los omegas en la habitación.

Lan Xichen era conocido por ser uno de los alfas más puros y aterradores del bajo mundo, siempre dominando a todos con ese aroma suyo, claro, Lan Xichen se volvía un chiste al lado del Patriarca de YiLing.

Misión: GusuLan debe caer [XianWang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora