Misión: GusuLan debe caer [XianWang]

[Capítulo 27]

⚠️ Advertencia: Mención de sustancias ilícitas y descripciones inquietantes. 

—¡Wei Ying!

El menor salió corriendo directo a la sala, dando pasos torpes con sus pantuflas de conejitos.

—¡Lan Zhan, sin correr! —Wei Ying salió detrás de él, solo vestido con unos pantalones de chándal— ¡Omega, te puedes hacer daño!

—Yo dejo de correr, si tú, —señaló la mano del alfa— dejas de perseguirme con eso.

—Oh, ¿esto? —Wei Ying levanta sus dedos embarrados de crema batida. — Lan Zhan, solo es un poquito.

—No.

—Amooor~.

—No.

—Cariño, me estás obligando a hacer esto por las malas. —Una sonrisa presumida se extendió por el rostro del alfa.

Lan Zhan apretó sus labios, carajo, Wei Ying no podía sonreírle así de repente y menos sin camisa, presumiendo su escultural cuerpo y el sexy tatuaje que adorna la mayoría de su pectoral izquierdo.

Wei WuXian sonrió todavía más al ver lo embobado que dejaba a su omega, eso solo alimenta el lado vanidoso de su alfa, es consciente que tiene un cuerpo envidiable, pero que su omega se lo coma con los ojos hace que infle el pecho de orgullo.

Se acerca tres pasos más a su omega, quien retrocede dos.

El alfa resopla, bien, su omega lo quiere por las malas.

Pero... ¿cómo llegaron a eso?

Lan WangJi se levantó ese día con unas increíbles ganas de comer algo con mucha crema batida, incluso aceptaba solo un plato lleno de crema batida. Despertó a su alfa para que fuera a la tienda por muchos frascos de su antojo, eran las ocho de la mañana, ya deberían estar abiertos los supermercados. Wei WuXian renegó los primeros cinco segundos, tratando de salir de la bruma del sueño, después se levantó como un resorte al darse cuenta que era el primer antojo que presentaba su amado omega en cinta.

El alfa salió a toda prisa por lo pedido, le dio varios besitos en los labios y prometió que regresaría con una caja repleta de esos frascos, Lan WangJi solo asintió. Una vez su alfa se fue, se levantó de la cama y se dio un baño. Mientras el agua tibia caía por su cuerpo y el vapor empaña los vidrios del cuarto, a su mente llegaron imágenes de unas galletas de vainilla con chispas de chocolate y crema batida. Su boca se hizo agua, decidido a conseguir su antojo, salió de la ducha y se vistió con ropa de su alfa, aunque le quedara grande y pesada se sentía más cómodo de esa forma. Empezó a preparar las galletas, cuando su alfa llegue podrá degustarlas con la crema batida.

Wei Ying llegó poco después de meter las galletas al horno, con una bolsa repleta de frascos de la crema batida que, según él, era la mejor marca del mercado 100% recomendada por las vendedoras del lugar.