Misión: GusuLan debe caer [XianWang]

[Capítulo 21]

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Si había algo que los trabajadores de Wei WuXian sabían y tenían casi una leyenda, era acerca de sus ojos.

Siempre hablaban de lo bueno que era su jefe, de lo bondadoso y empático que podía ser, pero los trabajadores de YiLing Industries también sabían la parte mala de su jefe. Esa parte que era despiadada. Nunca los detuvo de admirar menos a su jefe, para nada, es más, lo tenían en más alta estima porque todos sabían por lo que su jefe tuvo que pasar para forjar su personalidad de esa manera. Admiraban al alfa por enfrentarse a tantas adversidades y aun así conservar su alma genuinamente pura. Siempre tenía una sonrisa y palabras suaves para quien las necesitara, y era un excelente jefe sin discusión.

Pero también sabían que era muy reservado en cuanto a ciertos asuntos, provocando chismes y rumores en su gente. El misterio favorito de los empleados es el color de sus ojos; sus ojos eran la comidilla de todo el tiempo.

Los trabajadores de oficina en YiLing Industries, incluso los que estaban en las fábricas, veían a su jefe en su estado más normal, ojos grises encantadores y coquetos. Los que estaban con él en el trabajo de campo, los que iban con él de cerca siendo guardaespaldas, habían visto a su jefe en su estado más salvaje.

Los ojos eran un indicador de cuando un alfa no estaba en sus cinco sentidos, generalmente, el color de los ojos se intensificaba, más nunca cambiaba de color.

Wei WuXian fue la excepción, podía manejar a su alfa en un estado tan puro, como si no fueran dos seres, sino uno en perfecta armonía. Eso incluía, poder cambiar el color de sus ojos a su favor. Manejar toda la fuerza de su alfa sin necesidad de perder el conocimiento ni la razón.

Todos hablaban de los ojos de su jefe, porque era el misterio del ¿cómo lo logró? Si era imposible, según.

Los incrédulos siempre dicen que hasta no ver, no creer.

Son solo rumores, decían.

Wang Mao y Li Gao descubrieron que no solo eran rumores.

Este es el Patriarca de YiLing.

Wei WuXian rompió la muñeca del alfa, con un sonido sordo que hizo a todos en el club contener la respiración.

—Toleré bastante su insolencia de hablarle así a mi omega, pero ponerle una mano encima jamás será tolerable.

El grito de dolor de Wang se escuchó por todo el local, poniendo la piel de gallina a los espectadores. —¡Jodido imbécil!

Wang Mao se alejó, retorciéndose del agarre en su muñeca ahora rota, Wei WuXian lo soltó con un chasquido de lengua, con ojos agudos observando.

Con un movimiento delicado Wei Ying alzó a su omega, lo bajó de su regazo y lo colocó en el sofá. Le brindó un cariñoso toque en los labios a Lan Zhan, ejerciendo un poco de presión en el labio inferior.