[Capítulo 26]

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Lan WangJi cargó a la pequeña Song Qing con cuidado, dejando sobre su regazo a la niña y acomodándose en una mejor posición para los dos, evitando que el peso de la cachorra lastime su vientre.

—Tío Lan, ¿Cuándo voy a poder jugar con tu bebé? — Lan WangJi sonrió, cuando regresó al hospital por la ecografía le había dicho a A-Qing que estaba en la espera de un cachorro que jugaría con ella, la niña brincó y les dijo a sus papás que ella cuidaría muy bien del cachorro de su tío Lan, ya que sería pequeño y frágil.

—Falta algo de tiempo todavía, A-Qing—respondió el omega Lan con una pequeña sonrisa, el entusiasmo de la niña por su bebé es agradable de ver.

—Sí, mocosa, cálmate—Xue Yang alborotó los cabellos de la niña. —Cuando el bebé te vea va a querer quedarse un tiempo más con el tío, eres insoportable.

—¡El insoportable eres tú!

—¡Tú eres insoportable y fea!

—¡Baba! —A-Qing lloriquea en dirección a su padre alfa, quien estaba acostado en la camilla sonriendo hacia sus cachorros, se estaba divirtiendo en exceso, ya extrañaba verlos discutir en su hogar. —¡Dile algo!

—A-Yang, no molestes a tu hermana—para sorpresa de nadie fue Xiao XingChen quien calmó a los menores. Los cachorros de la pareja Song-Xiao se cruzaron de brazos, ambos girando su rostro para evitar verse y con un puchero en sus labios.

Lan WangJi negó con una imperceptible sonrisa.

No sabe si son las hormonas o algo relacionado con eso, pero el ambiente que emana la familia con la que está lo hace sentirse cálido y protegido, aun cuando hay dos alfas potencialmente peligrosos en la habitación, su omega está tranquilo, porque sabe que ninguno de ellos le hará daño.

Este día se encuentra visitando a la pareja en el hospital, a Song Lan no lo dejan salir todavía y ni hablar de Xiao XingChen. El omega mayor llevaba parches en cada ojo pues estaban muy lastimados y el sentido de la vista era casi nulo para siquiera pensar en abrirlos. Después de que se le fueran retirados la mayoría de cristales se recomendó que sus ojos permanecieran cerrados para no forzarlos, esto era temporal en lo que hacían el trasplante de córnea.

El omega Lan se alegró cuando le dijeron que con un trasplante Xiao XingChen recuperará la mayoría de su vista. Xue Yang no lo admitiría, pero lloró con la noticia, sollozando quedito algo alejado de su familia. Song Lan si lloró abiertamente, abrazó y besó la cara de su esposo mucho ese día, y a la pequeña A-Qing solo se le dijo que su a-die podría recuperar la vista para verla crecer, como siempre debió ser.

Una parte muy pequeña de él todavía se culpa por el accidente, aunque Song Lan y XingChen le repitieran que él no tenía la culpa de nada, saben a lo que están expuestos día y noche por seguir a alguien como Wei WuXian, ellos están dispuestos a sufrir las consecuencias. Eso no hace que doliera menos tener que ver a sus amigos en este lugar.

Un pequeño ronroneo desvió su atención de los pensamientos pesimistas. Regresó su mirada a la pequeña que se restregaba en su pecho.

—Tío, hueles taaaan bien—dijo, apoyando una mejilla en el pecho de WangJi. —Hueles a leche.

Lan WangJi acarició el pelo de la niña de manera suave, dejando que se recostara contra él.

—Hablando de eso, WangJi, ¿algún malestar aparte de las náuseas? —preguntó XingChen con una sonrisa, girando su cabeza hacia donde él creía que estaba el omega.

Desde que había hecho público su estado a sus más cercanos amigos y familia no había día donde no le preguntaran cómo estaba y si todo se encontraba en orden. Los más emocionados eran Xie Lian y Xiao XingChen ya que se sentían identificados con el joven omega porque ellos ya habían pasado por eso. Le daban consejos y a veces hasta lo asustaban con las anécdotas de sus propios embarazos y crianza, cuidar de un bebé no sonaba fácil, pero ellos le decían que no cambiarían ningún momento con sus cachorros.

Misión: GusuLan debe caer [XianWang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora