[Capítulo 7]

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Lan WangJi ha dado una minuciosa vista a todo el departamento. Entrando a todos los cuartos, revisando debajo de cada pequeño cajón.

Pero al pasar por ese cuarto, tuvo que prohibirse volver a pasar cerca de ahí. No logró ni si quiera dar un paso dentro de la habitación.

Ese cuarto tenía el aroma del alfa de pared a pared, más fuerte que en cualquier otro lugar del departamento. WangJi siempre negará que su omega jadeó emocionado. Tuvo que cerrar la puerta para evitar que saltara a la cama y rodara por toda la extensión. Lo que alcanzó a ver es que era... simple, muy diferente a lo que el omega pensaría de la habitación de un alfa como Wei Ying.

Las demás habitaciones destinadas a usarse como dormitorios estaban levemente equipadas, sin un rastro de polvo. En el área de lavado se notaba la falta de uso, todo lucía nuevo. La cocina estaba bien equipada, aparatos electrónicos de primera calidad y comida para una familia entera. La sala con muebles acolchonados y una pantalla plana enorme, a Lan WangJi le dolería la cabeza mirar por más de dos horas esa televisión.

También se dio cuenta que no hay cámaras en el departamento, al menos no unas que Lan WangJi pueda ver. Buscó debajo de cada mueble, algún micrófono o mini cámara, pero su búsqueda no rindió frutos, no encontró nada.

Tal vez Wei Ying confiaba en él lo suficiente para dejar su departamento a su disposición... pensándolo bien eso es una tontería, solo ha visto a Wei Ying dos veces en toda su vida y ni una duró mucho tiempo, el alfa no puede haber llegado a la conclusión de que Lan WangJi era una persona confiable.

Cuando intentó salir, se dio cuenta que la puerta no tenía el código activado, simplemente un seguro de puerta normal. ¿Podría correr y escapar del edificio? Sonaba tan simple.

Abrió la puerta solo para encontrarse cara a cara con un alfa y un omega, uno a cada lado de la puerta, con apariencias imperturbables y trajes hechos a la medida.

—¿Se le ofrece algo, Amo Lan? —preguntó el omega, con una cálida sonrisa.

Así que ellos eran las presencias que se podían observar debajo de la puerta.

Un omega con mirada gentil y un alfa con un rostro serio y frío.

—Oh, perdone mis modales, soy Xiao XingChen, mucho gusto. —El omega mayor comentó, sintiendo algo de pena por lo perdido que se notaban esos ojos dorados. Si bien, no estaba de acuerdo en el actuar de su jefe, no podía decir nada, solo regañaría a A-Xian cuando hiciera mal uso de su poder. —Mi compañero se llama Song Lan, estamos a su servicio, cualquier cosa que necesite solo pídalo.

El llamado Song Lan hizo una leve inclinación como saludo.

—Mn, Lan WangJi, un gusto. —Saludó, puede que estos sujetos no vayan a dejar que se escape, pero fuera de eso, Lan WangJi los encuentra muy amables y su educación dice que tiene que devolver el saludo.

—¿Buscaba algo? —¿cómo la salida del edificio, tal vez?, preguntó XingChen amablemente, no queriendo asustar al omega.

Lan WangJi solo negó y con un asentimiento cerró la puerta.

Era algo extraño.

Al momento de salir, inspeccionó el alrededor, tampoco hay cámaras ni nada, solo dos personas y un corredor asfixiantemente silencioso. Wei Ying está protegido muy vagamente, si es el Patriarca de YiLing, el Don Wei, ¿su seguridad no debe ser máxima? En cualquier momento alguien puede llegar y cortarle el cuello.

¿Los vecinos no se dan cuenta que viven con un potencial problema? ¿Nadie nota a los guardias de la puerta?

El omega sacude su cabeza, ¡no es asunto tuyo! Se regaña, el solo estaba en ese lugar por una misión impuesta, no para pensar y preocuparse por la seguridad del tipo que está acabando con su familia.

Misión: GusuLan debe caer [XianWang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora