[Capítulo 29]

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Cuando Meng Yao tenía la tierna edad de cinco años su madre empezó a llenar su cabeza de ideas fantasiosas e ideales acerca de los destinados.

Su madre, Meng Shi, creía firmemente que ella era la destinada de Jin GuangShan. Sí, del beta líder del tráfico de menores más amplio en toda China.

Meng Shi estaba segura que eran destinados, ella lo podía sentir y Jin GuangShan, en algún momento, le dijo que también lo sentía. Ella había crecido esperando por el suyo que la sacara de ese horrible lugar que, más que un club, eran un prostíbulo, Jin GuangShan le prometió que compraría su libertad, solo que había un pequeño detalle, estaba casado.

Le dijo a Meng Shi que una vez que arreglara el asunto con su esposa y le pidiera el divorcio, iba a volver por ella.

Nunca volvió.

Bueno, al menos no con Meng Shi viva, volvió solo por el cachorro que ella había dejado atrás y que tenía todos los rasgos de Jin GuangShan. Su esposa, la señora Jin, lo obligó a hacerse cargo de todos los niños que tenía regados y estaban desamparados. Solo dos niños de todos estaban en malas manos, los demás estaban en familias convencionales que los querían.

Meng Yao y Mo XuanYu.

Jin ZiXuan fue el niño más feliz, tenía dos hermanos con los que jugar, uno de su misma edad y otro de menor edad.

Su relación no era perfecta, no con Meng Yao, al menos. Ese niño estaba lleno de celos porque se supone que su mamá era la destinada de su padre, ¿qué hacía él casado y teniendo hijos con alguien más? ¿Por qué su madre le mintió? ¿Por qué lo llenó de cuentos falsos de los destinados? Su padre nunca dejó a su esposa y tampoco se hizo cargo de él, no fue paternal, no asistió a los eventos de su colegio, no le dedicó ni una mirada más allá de la necesaria.

Meng Yao empezó a resentir el concepto de destinados.

Era una mierda eso.

Cuando se presentó como omega fue el peor de sus días. Su padre nada más lo miró de arriba abajo y se fue, desde ese momento perdió el poco interés que tenía en su hijo.

Todos sus hijos eran omegas, pero había una diferencia, Jin ZiXuan era el hijo legítimo. Era el heredero.

Por Jin GuangShan lo demás podían hacer lo que quisieran, el único que le interesaba era Jin ZiXuan.

Después llegó Wen RouHan y les quitó todo.

Todo, incluido la poca herencia que les pertenecía como hijos ilegítimos.

Quemó la casa donde había vivido nueve años y dejó a todos los que vivían ahí a la deriva.

Jin ZiXuan fue, en pocas palabras, secuestrado por los Jiang tiempo después. Mo XuanYu y él corrieron con la suerte de que el alma piadosa de Nie HuaiSang, un alfa que había conocido en el colegio, los acogiera en su departamento universitario.

Fue ahí donde lo conoció.

A su destinado.

Nie MingJue.

Al principio los dos estaban reacios a siquiera dirigirse la palabra. Meng Yao no tenía cara con que verlo, su apellido Jin no tenía mucho peso después de la tragedia y ni hablar del Meng. Trabajaba a medio tiempo en una de las empresas de papel de los Nie, estaba estudiando contabilidad así que algunos de sus conocimientos fueron útiles para sus benefactores. Se aseguró de tener un lugar en la familia Nie para su hermano y él.

Otra vez se sentía una carga.

Cuando por fin Nie MingJue se dignó a hablar acerca de lo que los relacionaba, como alfa y omega destinados, Meng Yao lo aceptó.

Misión: GusuLan debe caer [XianWang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora