Misión: GusuLan debe caer [XianWang]

[Capítulo 5]

Lan WangJi despierta, su visión borrosa y mareado, está acostado en algo que se siente suave y no sabe si es un colchón o solo es una sábana afelpada. Hay un hombre sentado a su lado, pasando un trapo húmedo por su frente y mejillas.

Lan WangJi quiere gritar, quiere correr, quiere hacer algo... pero su cuerpo no responde, no siente cadenas ni cuerdas amarrándolo, solo se siente pesado, como si tuviera algo encima de él.

—Shhh, todavía no es momento de despertar, Lan Zhan—dice el hombre con voz suave, como si quisiera arrullarlo.

—¿Quién eres? —pregunta, su voz rasposa y baja, siente por fin la máscara que cubre su nariz y boca, ¿lo está drogando? ¿Qué demonios esta respirando?

No siente intenciones malas en el hombre, tampoco puede oler nada para detectar si es un alfa u omega. Aunque si le preguntan a WangJi, por la silueta que se ve a contra luz, se ve muy robusto para ser un omega... ¿alfa, tal vez? ¿Beta?

Él se ríe despacito.

—No importa ahora, solo descansa, ¿sí?

Lan WangJi quiere decir más, pero guarda silencio cuando el sujeto mueve su mano a los aparatos que están conectados a la máscara que lleva.

Después de eso ve negro de nuevo.

Despierta agitado, tratando de agarrar todo el aire que sea posible, suda y su playera se le pega a la piel.

Esperen... ¿de quién es esta playera?

Suya no es, él no tiene ropa negra.

Y no tiene ropa tres tallas mayores que la suya.

¿Qué le sucedió?

Rápidamente se revisa todo el cuerpo, notando que la ropa que traía puesta, incluida su ropa interior, ha sido removida de su cuerpo, dejándolo con ropa que no es suya.

Una playera negra sin estampado que le queda como bata y unos pantalones para correr cortos azules.

Recuerda el breve lapso que tuvo de conciencia, recuerda al tipo que le estaba suministrando algo con una mascarilla.

Lan WangJi verifica que su cuerpo este en el mismo estado en que lo recuerda, sin marcas, ni moretones ni nada, solo piel blanca lisa.

Para su suerte, así es, no tiene marcas extrañas en ningún lugar que él pueda ver. Y no se siente raro, no hay incomodidad en su zona intima como para llegar a la conclusión de que lo tomaron a la fuerza y en su inconsciencia.

Con un suspiro, se levanta de la cama, dispuesto a investigar en donde esta y que le ocurrió.

Nota unas pantuflas de conejo que le parecen adorables... ¡No, WangJi, concéntrate!

Se pone las pantuflas de conejo, son suaves y afelpadas, calentando sus pies del frio piso.

Examina los bolsillos de los pantalones, no hay nada, están vacíos.