Observó fijamente a Steve mientras dormía. Ya era algo que se había vuelto costumbre desde hacía ya un tiempo.
Tres meses para ser exactos.
Recordaba muy poco de lo que había pasado, o, mejor dicho, recordaba absolutamente todo, pero no quería ni deseaba pensar en ello.
El reloj de la mesa de noche marcaba las 2.59 a.m. en menos de un minuto, Steve se despertaría a causa de sus pesadillas, lo observaría y encendería la luz para buscarlo, y para ese momento él ya habría desaparecido.
Y casi como si estuviera cronometrado, sucedió tal y como pensaba.
Steve se sentó en la cama súbitamente, observando a su alrededor, y en un momento de distracción, logro escabullirse por la ventana hacia su escondite.
El ático de la casa Harrington.
Ese ático medio vacío se había convertido en su hogar provisorio desde que había renacido.
Lo último que recordaba antes de desmayarse, era a Dustin llorando y pidiéndole que no se fuera.
Luego la oscuridad lo engullo y finalmente despertó en el medio del bosque de Hawkins, completamente desorientado y asustado.
Con la garganta ardiéndole como los mil demonios y una sed de sangre imposible de controlar.
Y en menos de una hora ya había matado a un ciervo y a un oso. Saciando su hambre.
Y cuando había escuchado a un grupo de cazadores acercándose, corrió tan lejos como pudo, refugiándose en el único lugar que estaba más cerca. La casa de los Harrington.
Supo que luego de que lo hubieran dado por muerto, le hicieron un funeral, con lápida incluida, no pudo evitar sonreír sardónicamente al ver la cantidad de personas que habían asistido al funeral de Eddie "El Freakie" Munson. Todas esas personas, que anteriormente lo habían considerado un asesino, ahora se encontraban llorando su muerte. Hipócritas.
Lo único que le dolió fue ver a su tío así de destrozado, y a sus amigos. Realmente le hubiera gustado aparecerse allí, presentándose ante todos, presumiendo de estar con vida y vanagloriarse por las caras de espanto. Pero no podía hacer eso, no al menos hasta que aprendiera a controlar sea lo que sea que le pasara.
Con el correr de los días se dio cuenta de su condición. Vampirismo.
Se había transformado en un puto vampiro gracias a las mordidas de los Demobats.
Y era uno muy cool de hecho.
Descubrió que, al contrario de lo que decían las películas, podía caminar a la luz del sol sin desintegrarse en cenizas, tampoco le afectaban el ajo, las estacas de madera o las cruces.
Sus colmillos eran retractiles, por lo que podía esconderlos perfectamente de la vista de todos.
Lo único que delataba que no era del todo él mismo, era la innegable palidez de su piel y el hecho de que tenía una constante sed de sangre que apenas le permitía respirar, aunque realmente no necesitara respirar.
Tampoco dormía, simplemente se dedicaba a echarse, cerrar los ojos y relajar su cuerpo, era lo más parecido a dormir que podía hacer.
Además, tenía esta rapidez y superfuerza que lo dejaron realmente sorprendido.
En básicas palabras, era mucho más cool de lo que había sido como humano.
Y realmente le agradaba todo aquello, pero no el estar solo.
No le gustaba para nada estar encerrado en el ático de los Harrington la mayor parte del tiempo, por lo que empezó a hacerle visitas nocturnas a sus amigos, especialmente a Steve.
ESTÁS LEYENDO
Bite Me
FanfictionEstaba muerto. Hacía tres meses que estaba muerto, e incluso, en el cementerio, había una tumba con su nombre. Tenía que estar volviendose loco o entonces ¿Por qué veía a Eddie en todas partes? ¿Por qué lo veía todas las noches parado a los pies de...