Bite Me

39

Se sentía como un muerto en vida. 

Desde que había llegado a casa no se había movido de su lugar, recostado en el sofá de la sala de estar. 

No tenía fuerzas ni para moverse. Era como si le hubieran arrancado un pedazo de su corazón. 

—Steve, te preparé un sándwich de pavo. 

—No tengo hambre Robin.

Había pasado tan solo un día desde que Kas se había llevado a Eddie y se sentía como si fuera una eternidad. 

—Steve, tienes que comer algo. Si no comes no tendrás energías para ir y partirle el trasero a Kas. 

No le respondió, simplemente se volteó, dándole la espalda a su amiga. 

Le dolía hacerle eso a la rubia, pero en ese preciso momento solo quería hundirse en su miseria y llorar hasta quedarse sin lágrimas. 

—Nancy, ven por favor. Steve está mal. No quiere comer y no se ha movido del sofá desde ayer... Ya no sé qué hacer. 

Escucho la voz angustiada de Robin, estaba hablando por teléfono con Nancy. 

Observó su mano izquierda, en donde tenía el anillo de Eddie, llevo sus dedos al anillo, tocando el frio metal. 

Cerró los ojos, sintiendo las lágrimas aparecer otra vez. 

"¿Estás proponiéndome matrimonio?"

"Supongo que sí"

"De alguna forma u otra, te habría conocido."

"Habría entrado a Family Video, te habría mirado a los ojos y mi cerebro se habría esfumado. Probablemente hubiera dicho alguna estupidez por estar más concentrado en tus ojos que en otra cosa, habrías pensado que era un rarito o un imbécil, pero luego, habría vuelto al día siguiente, y al siguiente día, y al siguiente de ese, hasta finalmente tomar valor e invitarte a salir."

"Creo que algunas personas están destinadas a conocerse, sin importar como."

"¿O sea que tú y yo estábamos destinados a conocernos?"

"Sí. Creo que estábamos destinados a conocernos."

"Hubiera dicho que sí."

"Si Chrissy nunca hubiera ido a tu casa, y tú nunca hubieras conocido el Upside Down, y me hubieras conocido en Family Video e invitado a salir, hubiera dicho que sí." 

"Porque igual te hubiera conocido e igualmente hubiera pensado que eras un raro de atar, pero me habrías encantado tanto como me encantas ahora."

Sollozó, aferrándose a sus recuerdos y a ese anillo, a esa banda de metal que en ese preciso momento lo significaba absolutamente todo. 

Quería ir con Eddie, a donde sea que estuviera, quería estar con él. 

—Steve... —unas suaves manos acariciaron su cabello.

No necesitaba darse vuelta para saber que era Nancy. 

—Steve, cielo, necesito que me mires. 

Volteo a ver a la castaña. 

Nancy le acaricio suavemente la mejilla, limpiándole las lágrimas. 

—¿Quieres comer algo? Robin te preparo un sándwich de pavo. Seguro está delicioso. 

—No quiero comer nada. No tengo hambre. Yo solo quiero estar con Eddie.

—Lo sé, pero necesitas tener energía para ir a buscar a Eddie. Además, Eddie no querría verte así.