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Horrorizado observo a Steve retorcerse y desmayarse entre sus brazos. 

Había hecho lo que se había prometido jamás hacer. 

Había mordido a Steve.

Le había arruinado la vida a la persona que más amaba.

Observo a su alrededor, los chicos seguían lanzando botellas en llamas, Nancy, Robin y Jonathan peleaban cuerpo a cuerpo con los hipnotizados y Once aún mantenía controlado a Kas.

Lucas logro prender fuego al chico que tenía acorralada a Nancy, dejándola libre.

—¡Nancy! ¡Necesito que vengas!

La castaña corrió hacia donde estaban.

—Has vuelto a ser tú.

—Sí. Necesito que cuides a Steve. Acabare con esto de una vez.

Cruzo todo el lugar hasta llegar a donde Once tenía inmovilizado a Kas.

—Por tu culpa rompí mi promesa. Por tu culpa hice lo que me había jurado jamás hacer. Por tu culpa le arruine la vida a la persona que más amo en el mundo.

—Edward. Edward, querido. Hablemos de esto, no hay necesidad de pelear.

Otra vez aquella presión en su nuca. Sacudió la cabeza, resistiéndose.

—No. Esta vez no funcionara. Esto se acaba aquí y ahora.

Salto hacia Kas, aterrizando sobre su cuerpo y aferrándolo por el cabello, echando su cabeza hacia atrás, dejando expuesta la garganta de Kas.

—Te veré en el infierno hijo de perra.

Clavo sus colmillos directamente en su garganta, cortándola y desgarrándola como si fuera un pedazo de carne.

Y de un tirón le arranco la cabeza, arrojándola al suelo.

El cuerpo de Kas comenzó a encogerse, desintegrándose poco a poco.

Aterrizó en el piso, observando el montón de cenizas que tenía frente a él.

Once sonreía débilmente, su nariz sangraba profusamente, se acercó a la niña y la ayudó a sentarse en el suelo.

—¿Estás bien?

—Sí. Estaré bien.

—Gracias.

—¡Eddie! —Nancy le llamo desde el otro lado del almacén.

—Debo ir...

—Ve, estaré bien.

Corrió hacia donde estaba Nancy con Steve.

El castaño había comenzado a retorcerse otra vez, sus gemidos lastimeros y gritos ahogados le hacían doler el corazón.

Se arrodillo a su lado, sosteniéndolo entre sus brazos.

—Yo me hare cargo a partir de ahora. Ve con los demás y saca a todos de aquí.

—¿Qué paso?

—Lo mordí.

—Mierda.

—Es por eso que necesito que saques a todos de aquí. Ahora.

La castaña asintió, comenzando a guiar a todos hacia la salida.

Ya casi no quedaban hipnotizados y los que habían sobrevivido ya no estaban bajo el control mental de Kas. Se mostraban confundidos y algo asustados. 

—Eddie...

Steve estaba consciente otra vez.

—Hey. Todo irá bien ¿Sí? Tranquilo. Solo... Quédate conmigo por favor, no te vayas. 

Bite MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora