Bite Me

19

Durante el resto de la semana Eddie se había estado comportando extraño, lo evitaba y apenas le dirigía la palabra.

El miércoles Nancy había llamado, invitándolos a una "reunión de adultos" en su casa. Dícese una reunión sin mocosos de 14 años revoloteando a su alrededor.

Y en un arrebato de locura, invito a Jacob. Había pensado en lo que el pelilargo le había dicho, lo había pensado tanto que se había convencido de que era una buena idea darle celos a Eddie con alguien que prácticamente lucia igual a él. 

Y ahora, el día previo a la reunión, se estaba arrepintiendo un poco de ello. Pero no podía tirar a la basura el "fabuloso" plan de Jacob. 

Aunque si debía ser honesto, temía que Munson se pusiera tan furioso que cometiera alguna locura como intentar matar a Jacob. Sacudió la cabeza, quitando esa idea de su mente. Eddie no dañaría ni a una mosca.  

Se encontraba apoyado sobre el mostrador del videoclub, mientras Robin acomodaba varias películas que habían regresado. 

—He invitado a Jacob a la reunión de mañana —no podía callárselo más. 

La rubia alzo la cabeza, observándolo, mientras dejaba las películas que estaba ordenando en el piso —¿Qué tú hiciste qué cosa?

—Invite a Jacob a pasar el rato con nosotros. Para darle celos a Eddie.

Robin se acercó a él, observándolo fijamente —¿Tú estás bien de la cabeza? Eddie lo va a matar, en el mejor de los casos. 

—Eddie no dañaría ni a una mosca, Robin. Y lo sabes. 

—Ya, sí, lo sé, lo siento. Pero es que nunca hemos visto a Eddie enojado, al menos no en su nueva forma. 

—Lo sé, por eso no planeo hacer nada con Jacob, va en calidad de amigo nada más.

—Steve, acabas de decirme que quieres darle celos a Eddie. 

—Lo sé.

—¿Entonces? No me digas que la sola presencia de ese tipo ya desestabiliza a Eddie porque me burlaré durante el resto de lo que quede de mi pobre vida. 

—Digamos que la única vez que se vieron a Eddie no le agrado del todo. Y creo que es porque Jacob se parece un poco a él. Tú sabes, chaqueta de cuero, playera de Iron Maiden, cadenas en el cuello, anillos.

—Le darás celos a Eddie con un tipo que luce prácticamente igual a él. Eres malvado. Me gusta como piensas. 

—No soy malvado Rob. Soy patético. Dios, mírame, voy a intentar darle celos al chico que me gusta con otro que apenas conozco. Ya, patéame la cara. 

Robin reía, divertida —Ya, no es como si fueras la primera persona en hacerlo. No te martirices. Ahora mueve tu trasero y ayúdame con estas películas. 

Paso el resto de su turno ordenando películas, hasta que se dio cuenta que faltaba una. Faltaba el documental que le había dado a Eddie el lunes. 

Suspirando, entró en el cuarto de empleados, la cinta aún seguía puesta en la videocasetera, y estaba detenida apenas en el comienzo. 

La saco, observándola por un momento, pensando en devolverla o llevarla a casa para que el pelilargo pudiese verla.

Regreso al mostrador y cargo la película en la base de datos. 

—¿Metallica del 84? ¿Acaso te vas a convertir en metalero solo por Eddie? —Robin sonreía, burlona.

—No, es para Eddie. El lunes se la deje para que la viera en el deposito mientras yo almorzaba con Jacob, pero la dejo en el comienzo. Voy a llevarla para que la vea está noche.