La nieve caía suavemente sobre la ciudad de Minden. La navidad podía respirarse en cualquier parte de la ciudad, las tiendas estaban colmadas de adornos y ofertas, y la gente iba y venía con prisa, comprando los regalos para las festividades.
Suspiro, bebiendo un sorbo de café y observando como los pinos se vestían lentamente de blanco.
El fuego crepitaba con fuerza en la chimenea, ardiendo perenne, calentando toda la cabaña, aunque no fuera realmente necesario.
Sería la primera navidad que pasaría fuera de Hawkins, lejos de sus padres, de sus niños y de sus amigos.
Y no iba a mentir.
Los extrañaba, incluso a sus padres. Extrañaba el intercambio de regalos con su familia, las guerras de bolas de nieve con los mocosos, decorar el árbol y la casa, ayudar a su madre a preparar la cena de navidad.
En la radio se reproducían los clásicos villancicos y canciones navideños.
—¿Todo bien?
Eddie le rodeó la cintura con los brazos, besando suavemente su nuca y recargando su barbilla en su hombro.
—Sí, supongo.
—¿Qué pasa?
—Nada, no es nada.
Eddie lo volteo entre sus brazos, mirándolo fijamente con una cerca arqueada.
—¿Solo nada? Oh vamos Harrington, te conozco más de lo que piensas, dime que es lo que te sucede.
—¿Cómo sabés que me pasa algo? ¿Poderes vampíricos?
—No, soy tu esposo y soy más inteligente de lo que crees, anda dime que pasa por tu mente.
Sonrió suavemente, definitivamente se había casado con el hombre indicado.
—Simplemente estoy algo nostálgico, cuando llegaba está época siempre hacía cosas con mi familia, los mocosos, incluso pase una navidad con los Wheeler y le obsequie una cámara fotográfica a Jonathan Byers en reemplazo de la que le rompí por espiarnos a Nancy y a mí. Y ahora estamos lejos y tú sabes, es la primera navidad lejos de todos.
Eddie sonrió débilmente y beso su frente.
—Lo sé, aunque yo siempre pasaba navidad mayormente con mi tío o solo, te entiendo, pero, por otra parte, es nuestra primera navidad juntos, como un matrimonio hecho y derecho. Solos tú y yo.
No pudo evitar reír y besarlo en los labios.
—Te amo.
—Y yo a ti Harrington. Ahora, deja esto y ven a decorar el árbol conmigo.
Eddie le quito la taza de las manos y la dejo sobre la mesa.
Tenía suerte, realmente tenía suerte al tener a un hombre tan maravilloso a su lado.
Y a pesar de que estaban lejos y solos, Eddie se había esmerado en hacer que la casa luciera completamente navideña. Y, aunque fuera sorprendente y contradictorio a su estilo, el pelilargo amaba la navidad, más de lo que habría esperado.
Eddie se veía realmente gracioso, adorable y ridículo usando un sweater rojo con un enorme reno en medio, combinándolo con sus usuales pantalones negros y sus anillos.
Se acercó al enorme árbol que descansaba en una esquina de su sala, Eddie había insistido en comprar el árbol más grande de toda la tienda, el maldito árbol llegaba casi hasta el techo.
Comenzaron a colocar los adornos que el pelilargo había comprado en la tienda departamental, acomodándolos estratégicamente para que todos los colores combinaran entre sí.
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Bite Me
FanfictionEstaba muerto. Hacía tres meses que estaba muerto, e incluso, en el cementerio, había una tumba con su nombre. Tenía que estar volviendose loco o entonces ¿Por qué veía a Eddie en todas partes? ¿Por qué lo veía todas las noches parado a los pies de...