8

3.5K 473 315
                                    

Salieron sigilosamente de casa, dirigiéndose a su auto. Como siempre llevaba la bolsa con los libros, a Max le alegraría saber que Eddie estaba vivo. 

Cuando llegaron al hospital saludo a la recepcionista quien, como siempre, le dedico una agria mirada. 

—Buenas noches Mavis, venimos a cuidar a Maxine Mayfield, como siempre. 

—Buenas noches señor Harrington, aguarde un momento ¿Quién es su compañero? —ladro la mujer, analizando de arriba a abajo a Eddie. 

—Encantado, soy Billy Mayfield, soy el primo de Max.

La mujer observo la lista que tenía en sus manos, en ella figuraban todas las personas autorizadas para visitar y cuidar a Max. 

—Mhmm aquí no figura tu nombre muchacho. 

—Lo lamento, es que acabo de llegar de California. Me enteré que mi prima sufrió un grave accidente y vine a verla en cuanto pude, ella es como mi hermanita.

—Bien. Aquí tienes, pero como te vea rondando por el hospital, te echaré a patadas. 

La mujer colocó una pegatina con el nombre "Billy" en el pecho de Eddie y regresó su vista a los archivos que tenía en su escritorio.  

Subieron al tercer piso, donde estaba la habitación de Max. 

Caminaban por el pasillo cuando se cruzaron a Susan, quien ya estaba usando su uniforme de mesera. 

—Steve, llegas justo a tiempo, ya me tengo que ir, me esperan en la cafetería ¿Quién es tu amigo? 

—Buenas noches señora Mayfield, soy Billy, un amigo de Steve. Voy a hacerle compañía está noche —Eddie sonrió encantador, como siempre. 

—Encantada de conocerte. Te llamas igual que mi hijastro —había algo raro en la mirada de Susan.  

—Vaya, que coincidencia. 

—Sí, el mundo es muy pequeño. Bien, ya debo irme, hasta luego muchachos, que tengan buenas noches. 

Susan desapareció por el pasillo, directo a los ascensores. 

—¿Crees que me haya reconocido? —pregunto Eddie, quitándose la gorra y soltándose el cabello. 

—No lo sé, pero ya entremos, alguien puede vernos. 

Entraron en la habitación, no pudo evitar sonreír al ver a Max. 

—MadMax ¿Adivina quién ha venido hoy a cuidarte? 

Se acercó, dejando que la chica tocara su rostro. 

—Hola Steve, estás igual de feo que hace unos días, o tal vez más feo.

No pudo evitar reír —Como sabes, yo siempre me pongo muy feo para ti querida.

—¿Y cuáles libros tenemos para hoy?

—Debemos terminar IT, y traje los grandes éxitos de Edgar Allan Poe, pero antes, te tengo una sorpresa.

Le hizo señas al pelilargo, quien se acercó lo suficiente a la pelirroja para que ella pudiera tan solo extender sus manos y tocar su rostro. 

—¿Qué es? ¿Qué me has traído Steve?

—Solo estira las manos. 

Max estiró sus manos, tocando el rostro de Eddie. La chica examino todas sus facciones, hasta llegar a su largo y enmarañado cabello. La sorpresa y la incredulidad se apoderaron del rostro de la pelirroja. 

—¿Eddie? 

El pelilargo sonrió —El que viste y calza mocosa. 

Max se lanzó a los brazos de Eddie, abrazándolo con fuerza.

Bite MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora