—Bien, entonces ¿Qué hay que hacer? —Steve estaba cruzado de brazos a su lado.
—Tú no harás nada. Yo me haré cargo de esto.
—Eddie...
—Steve, ya tuviste a alguien hurgando en tu cabeza el tiempo suficiente, ahora dejame a mi ¿Okey? Ve a casa, descansa un poco.
Acuno su rostro entre sus manos y lo beso en los labios, sin importarle si los veían o no.
Steve se fue de la casa Wheeler, dejándolo solo con los niños.
Miró a los chicos —Bien ¿Qué hay que hacer?
—Tenemos que construir un tanque de privación sensorial para ti y Once —Mike parecía saber de lo que estaba hablando.
—¿Y cómo se hace eso?
—Bueno, necesitamos una bañera y sal.
—¿Cuánta sal específicamente?
—Unos 500 kilos aproximadamente.
Casi se cae de espaldas.
—¿De dónde rayos sacaremos esa cantidad de sal?
—La escuela. La primera vez que lo hicimos fue en la escuela, podemos repetirlo allí. Son vacaciones, no va a haber nadie —intervino Nancy.
—Bien, entonces andando.
Partieron hacia la escuela, la cual por obvios motivos estaba cerrada.
—¿Cómo entraremos?
—Háganse a un lado —Nancy rompió el candado con un corta pernos.
—No voy a preguntar porque tienes una tijera corta pernos en la cajuela de tu auto.
Entraron en el gimnasio.
—¿Ahora qué? —se sentía demasiado perdido. Como si todos supieran que había que hacer menos él.
—En las duchas hay dos bañeras, creo que servirán —Lucas los llevo a las duchas, dónde, en efecto, había dos bañeras metálicas que usaban los deportistas para sus baños de hielo.
Boquiabierto observo como comenzaban ambas bañeras con sal y agua.
Once se le acercó y tomo su mano suavemente —Tendrás que meterte tú también y dejar tu mente libre de restricciones para que pueda verlo.
—Está bien, hagámoslo.
Ambos se metieron en las bañeras y les taparon los ojos. Dejo su mente en blanco. Se dejó ir.
El agua y la negrura la rodeaban, debía encontrar los recuerdos de Eddie cuanto antes para poder ver la verdadera forma de Kas El Falso.
Comenzó a caminar, buscando al pelilargo.
—¡Eddie! ¡Eddie! —no obtuvo respuesta.
—¡Eddie! ¡Eddie, maldito niño ven para acá! —a lo lejos escucho una voz femenina.
Y de repente se vio frente a frente con un pequeño niño de apenas 5 años. Era Eddie.
—¡Aquí estás! ¡Te dije mil veces que no te alejes de mi lado! —la mujer lo tenía agarrado férreamente del brazo.
—Mami...
—No sé para qué te tuve. Solamente me traes disgustos, niño del diablo.
Con un nudo en la garganta se apartó de aquel recuerdo. Continuó caminando, y ahora se hallaba dentro de un auto.
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Bite Me
FanfictionEstaba muerto. Hacía tres meses que estaba muerto, e incluso, en el cementerio, había una tumba con su nombre. Tenía que estar volviendose loco o entonces ¿Por qué veía a Eddie en todas partes? ¿Por qué lo veía todas las noches parado a los pies de...