Al final, los cuatro hermanos tomaron el autobús que los llevaría al centro comercial y solo México y Chile fueron de compras, dado que su día libre coincidía. Perú se separó de ellos con los hombros caídos, más trato de no dejarse llevar por la tristeza. Quien si estaba de un humor horrible era el argentino, pues no dejaba de mascullar y soltar maldiciones tanto en el autobús como caminando a su trabajo. Quizás su malhumor era por tener que usar los pantalones aguados, viejos y feos de su padre.
Pero a México no le importaba el estado de animo de sus hermanos.
No, ahora mismo, lo importante para él era encontrar al menos tres prendas que se le vieran bien y que le gustarán.
Chile no ayudaba mucho, pues para su lagarto hermano basto con probarse unos jeans en oferta y tres camisas iguales de color negro para darse por satisfecho.
-¿Qué opinas?- pregunto mostrandole una camisa blanca con tonos verdes.
-Ah, esta bien- respondió el lagarto echando un vistazo y concentrándose de regreso en su celular.
¡UGH! Esta era de las pocas veces que podían comprar algo por si mismos y Chile ya lo estaba arruinando. Frustrado por su indiferencia, el mexicano paso de aguantarlo un minuto más y entro a cualquier tienda con tal de apartarse de él.
Pero tampoco ayudaba que las tiendas no tuvieran tanta variedad para alguien en su "condición".
Aparte de un hermano inmune a la moda, había que sumar el hecho de que no era un águila del todo. México era una quimera.
Lo más visible del adolecente semi-bestia eran sus alas bronce de águila, un tanto descuidadas, que cargaba a su espalda. Pero el rasgo no visible justo bajaba por su pierna: una cola de serpiente de cascabel.
Vaya suerte la suya.
-Nop- deshecho un par de pantalones caqui, dado que eran muy ajustados. Odiaba no poder comprar ropa ajustada porque eso haría que su cola se aplastará, y tampoco podía comprar unos con apertura como sus hermanos dado que "no puedes dejar que la gente vea que eres una quimera".
Patrañas, musitaba furioso. La ciudad donde vivían era muy segura y la trata de seres-bestia era cosa del pasado, deberían ser solo historias de terror con las que su padre lo asustaba cuando niño... más a veces salían noticias.
Los seres bestias se volvieron tan frecuentes como la raza humana, la densidad poblacional era similar, entonces ¿qué podían hacer esos villanos secuestradores? Fijarse en los más exóticos.
Por lo tanto México, que era una quimera, seguramente podría atraer a esos indeseables ¡ah! Pero a eso súmale ser un omega varón y ¡voila! Un espécimen de alta alcurnia. Si eran escasas las quimeras en el mundo, aún más los omegas varones.
Solo le quedaba ocultarse y maldecir su suerte.
-Maldita pobreza- a veces el mexicano creía que su única salida a tan desdichado destino sería casarse con un tipo rico. En las noveles siempre parecía funcionar para las pobres "Marías", ¿por qué no a él?
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Nuestro verano
FanfictionLos cuatro hijos mayores de papi luchon España: Argentina, Chile, México y Perú, se las verán negras cuando empiecen a trabajar, todo para ganar unos centavos y ahorrar para cuando sean libres e independientes, claro, si papi luchon no les mina sus...