Acto 12, parte 3: ¿Y ahora?

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"Pueden los alfa sentirse atraídos a

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"Pueden los alfa sentirse atraídos a...

Dudó con los dedos temblando sobre el teclado, mirando las opciones que el buscador proponía para completar su frase.

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a omegas.

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a olores salados

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a actividades de riesgo

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a un beta

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a otro alfa

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a la orina

Parecía que no encontraría una respuesta en el internet, hasta que bajo un poco más en las opciones vio la suya plasmada en la pantalla:

>> Pueden los alfa sentirse atraídos a los humanos

Ver esas palabras le dio cierta tranquilidad, al parecer, había otros anónimos de Internet con su mismo dilema. Seleccionó la opción y entró a la primera página, que resultó ser un enlace a PDF.

"Contrario a la creencia común, los seres humanos también pertenecen al reino animal..."

Bla bla bla, se saltó los párrafos introductorios.

"El esquema de alfas, betas y omegas favorecen la reproducción de los semi bestias por el hecho de una crisis de extinción y baja natalidad...."

Bajar, bajar, bajar.

"El aroma lácteo de los humanos provee evidencia de un rastro de antiguas fer...

"¿Qué haces boludo? ¡Regresa!" se regañó mentalmente para buscar el párrafo:

"El aroma lácteo de los humanos provee evidencia de un rastro de antiguas feromonas. Cabe mencionar, los humanos tienen un cortejo distinto a los semibestias. Los semi bestias basan su preferencia por una pareja de acuerdo con el aroma de las feromonas, principalmente, delegando la apariencia y aptitud física, así como intelectual, en pro de los genes que favorezcan una descendencia sana. El olor es sinónimo de compatibilidad genética y supervivencia.

En cambio, los humanos aprendieron a valorar las cualidades intelectuales, fuerza y estabilidad, dejando de lado la compatibilidad genética. Históricamente, para el humano es más sencillo procrear con sus similares, a diferencia de las semibestias, que no dan importancia a la subespecie. Por tanto, los humanos abandonaron el emparejamiento por olor.

Sin embargo, en épocas actuales donde la supervivencia tanto de semibestias como humanos esta garantizada, se han visto nuevos comportamientos en la población.

En las últimas décadas, han aumentado los emparejamientos entre subgéneros del mismo tipo, es decir, omegas con omegas, alfas con alfas, betas con betas, etc.

Nuestro veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora