Acto 14, parte 1: Confusiones

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Pese a ganar el derecho de dormir en el sofá, el cuerpecito de la quimera águila- serpiente estaba bastante agarrotado y tenía sus huesos adoloridos

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Pese a ganar el derecho de dormir en el sofá, el cuerpecito de la quimera águila- serpiente estaba bastante agarrotado y tenía sus huesos adoloridos. México odió la idea de dormir en ese espacio y ahora sentía menos empatía hacía su pequeñito hermanito peruanito que se quedaría con el cuartito para él solito durante todita la semanita de su primer celito.

Entre más enojado, más "itos" eran añadidos.

México estaba que rabiaba. ¿Por qué Perú no fue un buen beta como se esperaba? ¿Qué le daba por ser otro omega? La única diva en la casa era México y no toleraba la competencia.

Bueno, sus hermanitas eran amenazas latentes, pero de eso se ocuparía en el futuro.

Además, las escandalosas risas de las niñas y el farfullar molesto de su padre no eran la mejor opción para despertarlo. Cuando México no tenía una buena noche de sueño, su humor era peor que un clima con truenos.

Con el cabello y las plumas revueltas, el chico se presentó en la cocina.

-Buenos días- musitó con un bostezo.

-Ve por huevos, se acabaron- ordenó el español mientras tiraba en la basura algunas cosas. México volteó los ojos, pero no aún no tenía la energía para crear un "drama". Tomo las llaves de la casa y salió al mercadito. Si, aún en pijama.

El viaje fue rápido y sin percances. España se apresuró a hacer el desayuno y les pidió a las niñas que subieran para dejar su parte a Argentina y Perú.

-Cuando volváis asegúrate de comprar el inhibidor de olor, pero debe ser en...

-...en crema porque en aerosol no funciona, si papá, ya te oí- completó México con molestia.

-Y tampoco te olvides de la muestra de supresores.

-¡Que sí, ya te oí!- el mexicano azotó su tenedor en el plato. ¿Por qué su padre no podía dejarlo comer en paz?

-¡Nueva España!- el omega se encogió. Cuando su padre se enojaba, siempre ocupaba su primer nombre. "México" es cuando estaba de buenas, pero "Nueva España" era cuando la había cagado.

-L-lo siento- se apresuró a disculparse, más su entrecejo seguía fruncido.

-Solo, apúrate y recoge la mesa- España no dijo más y se enfocó en que las niñas terminarán su comida- También asea el sofá.

México permaneció de un humor irritable toda la mañana. Nicaragua, su jefe, pareció entenderlo y fue un tanto más amable con él.

Cosa que lo hizo rabiar, ¿cómo un desconocido podía ser más considerado que su propia familia?

Su familia nunca lo apreciaba, su padre siempre estaba más preocupado por los demás que por su propio hijo, sus hermanos eran unos egoístas abusadores y las niñas eran la satánica trinidad que traería al anticristo un día de estos.

Nuestro veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora