No recuerdo mucho de mi infancia, tampoco sé muy bien de donde vengo o de quien. La abuela siempre dijo que e un pajarito curioso, que siempre quería saberlo todo y descubrir. En realidad no me sentía así.
La última vez que vi a mi madre, fue a los once años. Aunque no la recuerdo, mi abuela lo dijo. A veces pienso que no soy yo quien controla mi cabeza y mis acciones, que hay alguien más haciéndolo por mi y me vuelve loco. Me siento prisionera en un cuerpo que quizás no sea el mia, tal vez estoy atrapado dentro. Jamás pregunté, nunca me interesé por información adicional sobre mi infancia o juventud, simplemente sé que mi abuela me ha criado desde entonces. Desde el desastre.
La primera vez que se me pasó por la cabeza convertirme en oficial de policía, fue cuando me perdí en el parque de diversiones. Mi abuela me buscó por todas partes sin lograr encontrarme, pero yo estaba felizmente comiendo un helado que ni siquiera podía pagar. Un oficial se acercó a mi y me hizo compañía. Me contó sobre sus experiencias y que esa había sido la primera vez que encontraba a un niño perdido. El mundo no es tal fácil como se ve en las películas, a veces jamás se encuentran.
U otras veces, se hace muy tarde.
Deseé ser como él cuando creciera, y mantuve mi promesa hasta el día de hoy. Quiero salvar a mi abuela de esas cuatro paredes que se me hacen tan estrechas, quiero viajar y compartir los viajes con ella, contarle anécdotas y crear historias... soltaba muchos suspiros al pensar en ello. La abuela siempre me decía que fuera lo que yo quisiese ser, pero notaba la preocupación en sus ojos. A veces siento que me tiene miedo, o cree que en cualquier instante me voy a volver loco. Me examina con la mirada cuando hago algo extraño, me espía a través del rabillo de la puerta cuando dejo esta abierta para poder estudiar. En realidad soy yo quien está asustado.
Entonces fue ahí cuando lo vi y sentí curiosidad. Me dio curiosidad lo extraño y lo confuso, quería saber más y necesitaba descubrirlo todo. La curiosidad mató al gato, y sabía que en cualquier momento me mataría a mi. Pero no podía parar, y él tampoco lo quiso.
Esa no fue la última vez que lo vi. Cuando me empujó con su hombro y se perdió algunas calles más allá, lo seguí viendo después de eso. Era extraño, la verdad es que me asustaba. A veces lo veía con la misma ropa, creí que su vida era tan ocupada que no tenía tiempo ni para darse una ducha, podía verlo en su mirada. Se paraba de pie frente a la estación de policía de Inchon, junto a un cartel del tamaño de su torso con escrito: "Hagan su trabajo" Me reí, en realidad, aunque me sentí mal después de mirarlo por unos segundos. Cruzamos miradas, y retrocedí inconscientemente. Tal vez esperaba que lo ayudara, ya que me había visto anteriormente, siempre tomaba el mismo camino para ir a casa.
Debe reconocerme.
Cuando esa noche regresé, para poder tomar las tutorías nocturnas, aún se encontraba de pie, en la misma posición de antes y con la misma mirada cansada. Sentí lástima por él, quise ayudarlo pero no sabía si sería bueno inmiscuirse en sus asuntos. Crucé la calle esa vez también, sin voltear la cabeza, creo que también me reconoció esa vez.
Su cabello estaba teñido de rosa, aunque realmente pensé que era demasiado llamativo, quise saber la razón de su elección y por qué no elegir uno con el que pasara más desapercibido. Su camiseta y pantalones siempre eran los mismos. Dejaba ver sus brazos por completo, era pálido como la leche y me le quedé viendo más del tiempo necesario. Sus vaqueros negros se encontraban desgastados, pude notar que estuvo haciendo algo de trabajo físico.
Y ese día, al regresar por el mismo recorrido, me le acerqué por primera vez.
Él me miró, con esa mirada y ojos espeluznantes que me hicieron temblar bajos mis pies. Las ojeras marcadas y el entrecejo relajado. Nunca despegó la mirada de encima mío, y cuando le dejé un poco de comida a sus pies, la pateó hacia un lado. Quise preguntarle por qué, pero sentía demasiada timidez y vergüenza, ¿Tal vez no debería haberlo hecho? Me arrepentí enseguida.

ESTÁS LEYENDO
Black - Nomin
FanfictionNomin Jeno vive perturbado luego del asesinato de su hermano menor, buscando por sí solo, algunas pruebas contundentes que pudiesen dejarlo libre de ser el primer y único sospechoso del caso. Pero conoce a Jaemin, quien con sus secretos decide ayuda...