Capítulo 10.

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Renjun comenzó a reír como un loco por la confesión de Chenle. Los únicos que parecían fuera de lugar, éramos yo y DongHyuck. Él continuaba mirándome de manera extraña y yo seguía sin entender cuáles eran sus verdaderas intenciones. No me considero una persona directa, pero si impaciente. Y su personalidad extra introvertida me ponía los pelos de punta.

Chenle era el que más se encontraba bebido. Al parecer su vida no era para nada aburrida.

Las únicas veces que tomé, fueron cuando preguntaron sobre si me había orinado en la cama alguna vez. Y lo más gracioso es que yo fui el que hizo la pregunta.

— Mmm. — era el turno de SungChan y al parecer no sabía que preguntar. Chenle le susurraba algunas cosas como dándole ideas. SungChan mostró una sonrisa divertida y asintió. — Yo jamás he besado a un profesor.

Curiosamente el único en beber fue Renjun.

Lo miro con una expresión de desconcierto, pensé que estas cosas solo ocurrían en las peliculas. Él me mira de vuelta con los labios temblorosos y una sonrisa avergonzada, lo miré con una ceja alzada.

— Hay una explicación. 

— En este juego no se aceptan explicaciones, Renjun. No intentes zafarte. — Chenle lo empujó levemente por el hombro. — Sigues tú, mister señor callado.

Me volteé para mirar a DongHyuck que se encontraba a mi costado, de piernas cruzadas y una cerveza en la mano. Esperé por sus movimientos con atención, y no era el único.

— Mm. — su mirada recorrió la habitación entera, posándose en cada uno de nosotros. Pero deteniéndose en mi. Me dio una ligera sonrisa. — Jaemin.

Parpadeé incómodo.

— Alguna vez... ¿Has estado cerca de un asesino? — preguntó, y pude sentir que el mundo se me colocó de cabezas.

Todos se giraron a mirarme, y no sabía bien cuál sería mi respuesta. El cerebro no me funcionaba. Observé la cerveza en mis manos y tragué en seco.

¿Alguna vez he estado cerca de uno?

— No creo que sea tan difícil, Jaemin. — comentó Chenle. — En realidad, todos nos hemos encontrado con algún asesino o psicópata alguna vez.

Rápidamente pensé en Jisung. Descarté la idea de mi cabeza.

— ¿Qué pregunta es esa, DongHyuck? Lo asustas. — Renjun me dedicó una mirada de apoyo, le sonreí.

Pasé detenidamente los dedos por la coronilla de la botella. Observando como las pequeñas burbujitas desaparecían en el momento en que la movía hacia el costado. Sentía todas las miradas sobre mi y puedo jurar que lo odié. Detesto la atención. Detesto que me miren por más tiempo de lo debido. Detesto sentirme arrinconado. Detesto... a las personas.

Sin embargo no bebí.

— Mi turno. — me volteé hacia el morocho a mi lado, deteniéndome en las hebras de su cabello y la mano que se encontraba lo suficientemente cerca como para rozarme la pierna. — DongHyuck. 

— No puede tocarle dos veces a la misma person-

— ¿Has hecho sentir incómodo a alguien alguna vez, al punto de querer vomitarte en la cara? — Interrumpí rápidamente a Chenle.

Él me miró perplejo, Renjun también. Entre todos los de la sala, solamente DongHyuck sentía cuál eran mis verdaderas intenciones y la real pregunta que quería hacerle. Me sonrió ladeado, colocándome aún más incómodo de lo que ya estaba. Avergonzado.

Raramente me hacen sentir así, normalmente suelo evitar este tipo de personas. Pero él ha colmado los límites de mi paciencia. Esto no es coquetear, esto es invadir mi espacio personal.

Black - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora