A pesar de que la asfixia me había cortado la respiración, Jeno parecía casi inmune a cualquier tipo de contacto. Había encogido las manos sobre mi regazo, para evitar poder rozarlo e incomodarlo, aunque nada podría ser más incómodo con lo ocurrido tiempo atrás en su casa.
Quise intentar romper el hielo, pero dudo completamente que conversar con un desconocido frente a nosotros, sea lo adecuado. Sin embargo, el oficial parece totalmente indiferente con lo que sea que esté sucediendo en la parte de atrás de su patrulla, pero eso no puede detenerme.
— Yo-
— Llegamos. — antes de que pudiera siquiera decir algo, YunOh se me adelantó. Apreté los labios de inmediato cuando nuestras miradas se encontraron.
Jeno bajó del auto y yo lo seguí por detrás, el oficial Jeong guiaba el camino, y no pudo evitar recorrerme un escalofrío de pies a cabeza.
Estábamos a punto de entrar en la cueva de un posible sospechoso de la muerte de MinHyung, ¿Debería estar preocupado? Al menos, ¿Este nerviosismo es normal? Jeno me miró por sobre su hombro, como si intentara comprobar que siguiera detrás de él y no me hubiera perdido. Guardé las manos en los bolsillos de mi chaqueta, intentando refugiarme de lo que sea que llegara a pasar.
El oficial Jeong entró a la veterinaria, quitándose la gorra que cubría su cabeza y sacando una libreta de su bolsillo. Lo miré con indagación, estaba a punto de ver una interrogación policial en persona. Si mi sueño era ser alguien como YunOh, ¿También me vería así de genial?
— Buenas tardes. — lo seguimos desde atrás y yo siguiendo a Jeno como si fuera su llavero de bolsillo. — Busco al dueño.
Independientemente de lo que sea que estábamos haciendo, o por lo menos yo, que no tenía ni idea de que era lo que hacía ahí. Aunque en realidad la única razón, era que no quería ir a casa.
— Yo soy el dueño. — su voz resonó en mis oídos, quitándome la respiración que últimamente se me había estado alborotando demasiado seguido. Levanté la vista, dirigiéndome hacia el recibidor e intentando ignorar los tantos maullidos y ladridos que podían escucharse en los alrededores.
— Soy el oficial Jeong YunOh, ¿Es usted, Lee DongHyuck?
Apreté el dobladillo de mi sudadera entre mis manos. ¿Es esta una especie de broma? Miré a la persona que yacía frente a nosotros, conectando miradas con DongHyuck, quien se encontraba tan sorprendido como yo. Jeno notó la extraña línea de incomodidad entre nosotros, haciéndolo saber interponiéndose entre los dos.
— Si, soy yo. — sus labios se transformaron en una fina línea, pero respondió con amabilidad. — ¿Qué puedo hacer por ustedes?
Bajé la mirada hacia mis pies temblorosos. Retiro lo dicho, esto es lo más incómodo.
— ¿Podría responder a unas preguntas? — Jeno me miró por sobre su hombro, dándose cuenta de que ya había escuchado el nombre de esa persona. Me lo hizo saber dándome una mirada fruncida.
— Si, claro. — pude sentir que despegó sus ojos de mi, dándome un respiro.
YunOh, abrió su libreta y sacó un lapicero, comenzando a anotar lo que fuese que el fuera a responder. Aunque había algo que no me había quedado del todo claro.
¿DongHyuck es dueño de una veterinaria? ¿Qué tipo de relación tenía con el caso de MinHyung? Y si estuviese conectado de una extraña manera, ¿Cuál era la razón?
— ¿Conoce a Lee MinHyung? — la primera pregunta iba directo al grano.
— ¿MinHyung? — levanté la mirada luego de unos largos segundos, abriéndome paso entre Jeno que parecía demasiado interesado en el interrogatorio como para darme espacio. — Si, venía seguido.
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Black - Nomin
Hayran KurguNomin Jeno vive perturbado luego del asesinato de su hermano menor, buscando por sí solo, algunas pruebas contundentes que pudiesen dejarlo libre de ser el primer y único sospechoso del caso. Pero conoce a Jaemin, quien con sus secretos decide ayuda...