Capítulo 32.

107 12 4
                                        

Mis ojos lo recorrieron por completo. Llevaba una chaqueta negra y una camiseta gris por debajo. Su cabello estaba extrañamente ordenado, quise preguntar la razón pero DongHyuck no me dejó hablar. Me privó de las palabras mucho antes de que pudiese abrir la boca.

— Que sorpresa.

Le escuché decir a mi lado. Jeno no era una persona difícil de llevar, ni mucho menos antipática. Pero, era graciosa la manera en la que se notaba a millas lo mal que se llevaba con él. Los dos, en realidad.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — le pregunté curioso. Agradecía internamente que haya aparecido en la puerta de mi casa, me salvaría de salir a ejercitar. — No esperaba verte hoy.

Me miró de arriba a abajo antes de responder. — Quería hacerte una propuesta.

Una mueca quedó plasmada en mi rostro. ¿Una propuesta?

— ¿Qué prop...?

— Lo lamento. Jaemin y yo ya tenemos planes. — interrumpió DongHyuck. — tal vez para la próxima.

Y por primera vez, Jeno dejó de mirarme.

— Quise preguntarte antes pero, estabas dormido.

— ¿Yo? Oh si, lo siento, estaba muy cansado como para... — espera, ¿qué había dicho? — ¿Estuviste aquí esta mañana?

Miré a DongHyuck intentando buscar una explicación, aunque no respondió a ninguna de mis miradas.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

Y cuando estaba por responder, Jeno lo interrumpió pacíficamente. Demostrando por milésima vez, lo increíble que era y seguía siendo para mí.

— No pasa nada, no te enfades con él. — dijo y una sensación de calidez me recorrió el cuerpo por completo. — Aún así... ¿Podemos hablar?

La mirada de cachorrito que llevaba plasmada en el rostro me hizo dar de cuenta que seguía viéndolo de la misma manera que antes.

Cuando desconfié de él, intenté hacerle saber que no era Jeno quien realmente me preocupaba, sino toda la situación increíblemente estresante. Jamás dejé de sentir por él. Porque lo hago. Siempre, todas las veces en las que me voy a dormir.

Asentí en respuesta cuando me tomó de la mano. Nos alejamos brevemente de DongHyuck para poder hablar con más tranquilidad.

— ¿Qué es?

— Yo quería preguntarte si, — se veía tímido y me pareció adorable. — ¿podrías ir a visitar a MinHyung conmigo?

La sonrisa que anteriormente había aparecido en mi boca, desapareció lentamente de ella. ¿Ver a MinHyung? ¿Ahora y conmigo? ¿Por primera vez? La propuesta me había sorprendido, y no por no querer acompañarlo, sino por la sorpresa de saber que se encontraba listo para hacerlo.

— ¿Por qué conmigo? — le pregunté esperando que me diese una buena respuesta, en cambió me sorprendió con otra.

— ¿Por qué no?

Me pareció tentador y demasiado adorable como para rechazarlo. Pero aún más, me dolía cancelar los planes con DongHyuck. Aunque realmente la persona que había hecho los planes había sido él, no yo. No perdía nada. Lo siento DongHyuck, pero soy un maldito perezoso.

No necesitaba darle una respuesta directa para hacerle entender que si quería. Claro que lo hacía. Volvimos por nuestros pasos, encontrándonos con DongHyuck, quien seguía en la misma posición de antes. Se veía tan aterrador que por un instante llegué a pensar que no me dejaría ir.

Black - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora