Capítulo 5.

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Se había colocado la capucha de su sudadera, logrando que le cubriera el cabello. Me encontraba a su costado, observando por el rabillo de la pared. Siquiera sabía la razón por la cual nos encontrábamos espiando a mi compañero de clases. 

Jisung trabajaba a tiempo parcial en una heladería, le entregaba a los clientes sus pedidos y les sonreía por educación. 

Jamás lo había visto sonreír antes. 

Jeno no me dirigió la palabra en ningún momento, realmente esperaba que me diera un poco de contexto o al menos algo que me ayudara a entender la razón del por qué nos encontrábamos ahí. Llevábamos aproximadamente veinte minutos observando cada uno de sus movimientos, realmente esperaba que no hiciera esto todos los días, no quería estar involucrado en un crimen. 

Sus ojos me recorrieron con la mirada, tenía toda su atención pero no sabía el por qué. Jeno me miraba casi con súplica, parpadeé un par de veces. Evitó mi mirada nuevamente, pero esta vez no podía distinguir sus acciones. Pensé en preguntarle, sin embargo él habló primero. 

 — Lo he visto un par de veces junto a MinHyung, lo llevaba a casa y pasaban horas encerrados en su habitación. — le miré la espalda. — Puedo jurar que es él con quien salía a fiestas. 

¿Jisung y MinHyung eran así de cercanos? 

Abrí la boca para responder, pero había olvidado completamente que nunca le conté que su hermano era mi compañero de tutorías. 

— He estado siguiéndolo desde hace una semana. 

— O sea como un acosador. — hablé. 

Se giró a mirarme nuevamente, retrocedí. 

— Cuando se lo pregunté, dos días después de lo ocurrido, simplemente me ignoró. Como si MinHyung no hubiese sido nada para él. — llevaba las manos en los bolsillos, pero podía notar como apretaba los puños.

— Así que... intentas encontrar las respuestas aquí, en su lugar de trabajo. 

— No, también lo sigo a casa. — abrí los ojos.

— Jeno. — lo llamé, me observó de reojo. — Eso podría considerarse un crimen. 

Ignoró mis palabras, dándose la vuelta y deslizándose por la pared de concreto hasta caer al suelo con una pierna estirada. Imité sus pasos, sentándome de piernas cruzadas. Mantuvimos el silencio por los que fueron minutos enteros sin dirigirnos palabra alguna. Era un silencio incómodo. 

Pasé las manos por mis pantalones, intentando eliminar todo rastro de sudoración de ellas. Lo escuchaba respirar, era un claro ejemplo de que lo único que podíamos escuchar en ese momento era a nosotros mismos y nada más. 

— ¿Me trajiste aquí para ver lo que haces en tus tiempos libres? — rompí el silencio. 

— Dijiste que ibas a ayudarme. — asentí. — Esto es lo que hago. 

Junté los labios. Miré hacia el frente, una pareja caminaba tomados de la mano, y al vernos simplemente comenzaron a cuchichear entre ellos. Me removí. 

— Dije que era mejor que no te vieran conmigo. — lo miré con interrogación. — Puedo notar tu incomodidad. 

Tragué saliva. — No estoy incomodo.— escuché su risa y no pude evitar sonreír en respuesta. — De acuerdo, puede que un poco. Pero es que no logro entender en que ayudaría esto. — hablé refiriéndome a Jisung. — Seguirlo y ver lo que hace cuando no va a clases, no te dará ninguna respuesta. 

Ladeó su cabeza, apoyándola en su hombro para poder mirarme. 

No lo había notado antes pero, su piel era perfecta. 

Black - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora