Capítulo 6.

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Las clases habían sido aburridas como de costumbre. No era por presumir pero, era materia que yo ya sabía. Querer ser policía no era algo tan fácil en este país, y sin embargo es una profesión de la cual no se tiene el suficiente reconocimiento. 

La primera vez que le conté a la abuela sobre lo que quería hacer y mis planes, sus ojos se iluminaron de una manera increíble, fue una expresión que jamás olvidaré. Supe en ese instante que su apoyo era lo que menos me faltaría para lograrlo. 

Jisung había ido a clases esta mañana. No nos dirigíamos la palabra a menos que fuera por obligación o simplemente pedirme los apuntes. No podía negarme y siempre le decía que si. Renjun en cambio, era todo lo contrario. Siempre me saludaba y se despedía de mi, incluso cuando faltaba a clases por ir a la cita con el psicólogo, él siempre me pasaba sus apuntes. Hay muchos tipos diferentes de personas, y Jisung es el claro ejemplo de alguien que no quiero en mi vida. 

— Nos vemos la próxima semana. — se despidió el profesor. Todos nos despedimos de él con un asentimiento de cabeza. 

Guardé las cosas en mi bolso y proseguí para salir de la sala de clases. Alguien me retuvo por detrás. 

— Saldremos con unos amigos, ¿Quieres venir? — Renjun me miraba con ojos de cachorrito. 

¿Salir? Ir de salida en multitud en verdad no era algo que me gustara hacer. Soy una persona bastante tímida aunque muy amable como para decir que no. Me relamí los labios y observé por sobre su hombro. Jisung nos miraba con una ceja alzada. 

Tragué saliva. 

— Ren, déjalo. — se acercó a nosotros. — No insistas, es obvio lo que responderá. 

Me mordí el labio inferior. Por alguna razón me sentí intimidado. 

— Espera, quiero escuchar su respuesta. — Renjun volvió a mirarme y no supe que hacer. En verdad odiaría ir. 

— En realidad... — mis ojos se posaron sobre Jisung y no pude evitar tragar en seco. ¿Siempre había sido tan intimidante? ¿Qué demonios ocurrió? — hay cosas que tengo que hacer.

Mentí. Mi vida era extremadamente aburrida como para que alguien la envidiara. 

Renjun frunció los labios en un mohín.

— Ya te dije. — volvió a hablar. — Vamos, nos esperan. 

Renjun se despidió de mi con un movimiento de mano, Jisung simplemente pasó por mi lado con indiferencia. 

Por fin pude soltar el aire que había mantenido apresado en mis pulmones. 

Caminé hacia la salida con los audífonos puestos en cada oído. El frío gélido me recorrió el cuerpo entero y no pude evitar meter las manos en los bolsillos de mi chaqueta. Renjun y Jisung caminaban a unos pasos frente a mi. ¿Eran así de cercanos? Jisung lo mantenía rodeado del cuello. Pensaría que lo tuviera preso en sus brazos si no notara como la espalda de Renjun comenzaba a temblar. Supongo que se llevan bien. 

Llevaba puesta una bufanda que cubría parte de mi nariz, podía sentir como la punta de esta se me tornaba roja del frío. Ralenticé mis pasos cuando noté que ellos dos frenaban también. Un hombre salía de un carro color negro, Jisung se acercaba para saludarlo mientras que Renjun simplemente le hacía una reverencia. Por alguna extraña razón ahora, al tenerlo más cerca, se me hizo bastante conocido. 

Era el mismo hombre de la otra tarde. 

Los dos se metieron en su auto, desapareciendo por la avenida unas calles más abajo. Me los quedé viendo con intriga pero sin intención de meterme en los asuntos de los demás. Caminé algunas cuadras más hasta llegar a la tienda de convivencia que había comenzado a frecuentar. Compré algunos paquetes de comida y unas galletas. Le sonreí al chico del recibidor y él me la devolvió, no pude evitar sonrojarme más de lo debido. 

Black - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora