No me costó demasiado convencer a Jeno, su estómago crujiendo me dio la respuesta. La abuela estuvo feliz de tenerlo en casa, y a pesar de tener los ojos de los vecinos fijos en nosotros, no fue obstáculo para dejarlo entrar.
Jeno tenía la extraña manía de sentirse insuficiente y también un estorbo. No pasó demasiado tiempo antes de que la abuela lo regañara por ser demasiado tímido en su presencia. Podía ver como intentaba pedirme ayuda con la mirada, pero me encontraba demasiado ocupado comiendo arroz frito como para acudir en su ayuda.
— ¿Era demasiado pedir que al menos me ayudaras a escapar de los apretones de mejilla de tu abuela? — se apoyó en las encimeras de la cocina de brazos cruzados, buscó mi atención pero yo continuaba ignorándolo.
— ¿Podrías pasarme el plato hondo de la mesa? Quiero dejar todo limpio para poder tomar una siesta de al menos doce horas. — logré hacerme crujir el cuello y Jeno me miró como si hubiese sido lo peor. — ¿Qué?
— Tienes una extraña afición. — me miró con sorna para después despegarse del mueble y quedarse detrás de mi.
— Tú eres el exagerado.
Al terminar de ordenar la cocina, me retiré al sofá para poder colocar un buen programa de televisión como los que veía con la abuela los fines de semana. Jeno se sentó a mi lado, y pensando que colocaría uno de sus documentales desagradables, me pidió que colocara el Discovery Channel.
— Eso no.
— ¿Por qué? — alcé una ceja en su dirección.
— No quiero volverme loco con esas... cosas.
Sonrió. — ¿Cosas?
Rodeé los ojos cuando me miró como si se burlara de mí. Coloqué el TNT, dejando una de mis telenovelas turcas que tanto disfrutaba de ver.
Jeno soltó una mueca de asco a mi lado.
— ¿Disculpa? — me giré para mirarlo con una expresión de desconcierto. — ¿Qué acabas de hacer?
Me ignoró rotundamente, a lo que yo tomé como una disculpa por haber insultado a la mejor serie de televisión de la vida. Dejé el control sobre la mesita, recostando mi espalda en el sofá y acomodándome en el. Jeno imitó mi gesto y sonreí victorioso.
— Y solo venías a comer... — comenté con diversión, logrando mi cometido de que Jeno se molestara.
— Si quieres puedo irme. Ese no es un problema.
— Bien. Nos vemos. — pensé en gastarle una pequeña broma pero él se lo tomó demasiado en serio. Se levantó de mi lado, tomando su chaqueta. — Oye, era un chiste. — me erguí en el sofá de inmediato.
Jeno me miró con una ceja arqueada y aseguré que él no.
— Yo no bromeo nunca.
— Pero yo si. — contraataqué colocándome de pie. — Espera.
Se cruzó de brazos. Jeno no era mucho más alto que yo, simplemente eran unos cuantos centímetros pero me sentía un llavero de bolsillo a su lado.
— ¿Qué piensas hacer al salir de aquí?
Se encogió de hombros. — Creo que iré a la estación de policías.
Me relamí los labios al verle colocar los zapatos. Jeno estaba dispuesto a irse cuando interferí en su camino.
— ¿Qué?
— Voy contigo. — le di el aviso al imitar sus acciones. Alcancé el abrigo que descansaba en el respaldo de la silla del comedor, y me giré hacia él con una sonrisa. — ¿Nos vamos?
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Black - Nomin
FanfictionNomin Jeno vive perturbado luego del asesinato de su hermano menor, buscando por sí solo, algunas pruebas contundentes que pudiesen dejarlo libre de ser el primer y único sospechoso del caso. Pero conoce a Jaemin, quien con sus secretos decide ayuda...