Capítulo 35.

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Jaemin

— Espero entiendas que estamos haciendo todo lo posible por llegar al final de esto.

— Si. Eso es lo que dicen. — Jeong YunOh se había presentado frente a mi de imprevisto. El oficial Qian se había retirado junto a su grupo para poder investigar — ¿Cuándo podré ir a casa?

— Jeno está afuera. — me hizo saber y lo agradecí con un asentimiento de cabeza— Pero antes...

Caminó hacia mi con paquete de galletas y me lo extendió. Fruncí el ceño hacia él, confundido. ¿Me estaba dando comida?

— De parte de Jeno, — fantástico — tienes que comer. Sabemos que estás últimas horas han sido difíciles para ti.

— ¿Últimas horas? — solté con ironía — Querrás decir toda mi vida.

Últimamente mi personalidad se basaba en recriminar que mi vida había sido una completa mierda. Ahora mismo no me interesaba descubrir que otros podrían estar pasándola peor. Estaba completamente rodeado de egoísta y una rabieta que ya me era difícil de controlar.

— Jeno te llevará a casa. — asentí.

Caminé hacia el exterior con el paquete de galletas en mi mano izquierda. Lo odiaba. Pero claramente lo comería. Maldición, estaba muriendo de hambre. Comencé a abrirlo siendo cero cauteloso, rompiendo el papel por donde no debería, logrando hacer que el envoltorio se arruinara por completo como para seguir conservándolo. 

— Supongo que te gustaron.

Escuché decir a mis espaldas con dos trozos de galleta atorados en la boca. Podría hacerme pasar por una ardilla creo que lograría entrar al zoológico sin problemas. Era Jeno el propietario de esa voz. Estaba agradecido de poder verlo por fin.

Caminé hacia él quitando las migajas de comida de mis mejillas. Él esperó hasta que estuviese a su lado para que me rodeara completamente con sus brazos. Apoyé la cabeza en el hueco de su cuello e inspiré. Ahora mismo podría estar sin bañarse un mes pero seguiría oliendo malditamente bien.

Maldito Jeno.

— ¿Cómo estás? — me preguntó — no, no lo digas. — me removí bajo sus brazos — Lamento no haber estado contigo.

— ¿De qué estás hablando? No tenías como saberlo. — dije.

Jeno no dijo nada por lo que fueron los siguientes segundos. Levanté la cabeza y me crucé con su mirada. Debes estar bromeando.

— Estuve con YunOh estas horas. — me hizo saber — Estuvimos intentando descubrir algo más. Información adicional que tal vez no conocíamos. O bueno mejor dicho, él hizo la gran parte del trabajo.

— Así que lo sabías... — no quería que pareciera una pregunta, lo estaba afirmando.

Me alejó de él para poder mirarme a los ojos.

— Creo que... estás molesto. — dijo — Si, estás molesto.

— No lo estoy.  — le aseguré — En realidad estoy sorprendido. Creo que era él único idiota que creía todo lo que le decían.

Jeno sonrió un poco y me tranquilicé. Él también.

— Te llevaré a casa.

— Fantástico. ¿Acaso iremos en "tu auto"? — pregunté entonando las últimas palabras. Reí.

— Muy gracioso, te llevaré. — me miró — A pie.

En el camino le ofrecí una galleta a lo que él rechazó. Había rechazado mi galleta. Jeno había hecho mucho por mi este último tiempo, pero sentía que aún no había logrado devolvérselo todo. Me faltaba por complacerlo y odiaba quedar debiendo. Aunque no quería que nuestra relación se tratara de una deuda. Odiaba los favores.

Black - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora