Capítulo 56: Vínculo

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La mañana cayó sobre el dojo de Ciudad Rocavelo. Mientras el ralts dentro del establecimiento dormía con tranquilidad y comodidad por primera vez en su vida, la familia dueña de aquel lugar se acercaba para abrir la puerta y empezar con su trabajo.

— ¡Buenos días Aoi! — Gritó enérgicamente Lune, quien fue la primera en entrar al establecimiento, para despertar a su nuevo amigo — ¡Ya es hora de levantarse!

Este ruido provocó que el Pokémon shiny despertara de golpe estando bastante alarmado.

— ¡Ahhhhh! — Grito Aoi apenas despertar para cubrir su cabeza con su manta y temblar por los nervios que sentía — P-por favor no me lastimen...

— ¡¿Eh?! ¿Pero de qué hablas? — Preguntó la riolu bastante confundida por la reacción del Pokémon psíquico/hada — Nosotros no vamos a hacerte daño tontito.

— Si, relájate amigo — Agregó Joyce, quien estaba a escasos metros detrás de su hermana, sonriendo con confianza — no tienes nada que temer con nosotros.

— Oh... Yo... Lo siento — Dijo Aoi algo apenado — es solo que cuando alguien más me despierta normalmente no es algo bueno...

— Pues está vez si es algo bueno — Lune tomó la sábana con la que el pokémon de cabello azul se estaba cubriendo y la arrojó hacia un lado — hoy comienza tu entrenamiento... Y empezaremos con... Hmmm....

— ¿No deberían comenzar con un combate de prueba? — Habló Boshū por primera vez desde que había entrado al local, apoyando su espalda en la pared cercana, mirando al suelo para evitar dirigir su mirada al Pokémon variocolor — Es la forma más fácil de determinar los puntos fuertes y débiles de alguien para saber en que debe trabajar.

— Si, es una buena idea — Agregó el lucario menor mientras recogía la sábana que su hermana había tirado y la doblaba — tú deberías combatir con él, tú le ofreciste entrenar después de todo.

— Bien, entonces está decidido — La pequeña riolu sonrió con confianza mientras puso su pata derecha delantera en su pecho — ¡El primer paso de tu entrenamiento será pelear conmigo!

— ¡¿Pelear?! ¡¿Tan rápido?! — El solo escuchar eso hizo que Aoi entrará en pánico y comenzará a temblar — ¿N-no podemos empezar con algo más suave?

— Solamente los que quieren mejorar algo en específico, como el uso de un movimiento o su velocidad, pueden empezar con ejercicios — Explicó el dueño del dojo en un tono neutral mientras mantenía su mirada en el suelo — los que buscan fortalecerse a nivel general como tú deben pasar por un combate de prueba primero, así podemos pensar mejor en la distribución del entrenamiento y los métodos.

— No te preocupes Aoi, solo será un pequeño combate de entrenamiento, nada muy intenso, vas a estar bien — Dijo Lune acariciando la cabeza del pokémon shiny para tranquilizarlo — voy a contenerme para no herirte, de todos modos, papá puede usar pulso cura y tenemos muchas pociones por si se me pasa la mano.

Aunque el ralts variocolor aún dudaba bastante de la idea, que la riolu pusiera su mano en su cabeza, tan cerca de sus aprendices sensoriales, facilitó que pudiera sentir sus emociones, su confianza, su optimismo, su felicidad e incluso pudo sentir algo de emoción, este torrente de emociones positivas por parte la riolu, le hizo tomar algo más de confianza.

— Bueno... Si tú lo dices... Puedo intentarlo — Dijo Aoi dejando un poco de lado sus nervios para mirar a su nueva maestra con decisión... Aún si no se notaba debido a que su pelo cubría sus ojos.

— ¡Así se habla! — Contestó Lune enérgicamente para luego tomar de la mano al pokémon shiny — ¡Vamos!

La riolu llevó al ralts frente a uno de los cuadriláteros del dojo, subiéndose a este y ayudando a su compañero a subir. Una vez que ambos estuvieron sobre el cuadrilátero, Lune tomó su distancia, ubicándose del lado contrario a Aoi, mientras que este último solo se mantuvo en su lugar algo nervioso. Por su parte Boshū y Joyce se acercaron para presenciar la pelea, el hermano mayor lo hizo por auténtico interés, mientras el padre lo hizo solo por el placer de ver cómo aquel shiny sería derrotado fácilmente por su hija.

Pokecuento: Cambiar al mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora