Pokecuento: Cambiar al mundo

Capítulo 11: Twilau

Frente a frente se encontraban los 2 bandos, por un lado, el shinx, el riolu y la glaceon que querían proteger la diamansfera, y del otro lado, la arcanine shiny y el pokémon misterioso que querían utilizar su poder para sus propios fines, una encarnizada lucha, no sólo de fuerza, sino de ideales, pronto daría inicio frente a aquella cueva.

— ¿Son ellos? — Preguntó Kiiroi con duda al ver a los 3 pokémon.

— Si, lo son — Respondió el encapuchado con un tono serio mirando a sus objetivos.

Shine y Kinzo se sorprendieron al ver a la compañera del encapuchado y escuchar su voz.

— ¿Esa no es la arcanine de esa vez? — preguntó Shine bastante impresionado.

— ¿Entonces siempre estuvo con ellos? — Kinzo estaba atónito con su propia suposición.

— ¿Qué sucede? — Preguntó la glaceon al escuchar levemente la conversación entre su hermano y Kinzo sin llegar a entender lo que decían.

— Yo... Recuerdo a esa arcanine... — Dijo Shine aun estando sorprendido — Recuerdo que ella fue a Ciudad Vetusta a comprar bayas y yo la salvé de unos pokémon que trataron de atacarla.

— ¿Es eso cierto? — Preguntó Twilau al haber escuchado la conversación de sus adversarios, volteando a ver a su subordinada.

— Si... Es cierto... Ese shinx me salvó cuando me atacaron el día que me encontraste... — Kiiroi recordó aquel momento sintiendo algo de remordimiento al saber cuál era su misión — en serio tenemos que...

Yo me encargo, no te preocupes — Dijo el pokémon encapuchado mirando a su subordinada para luego ver a sus adversarios — Veo que pese a ser una shiny, ayudaron a mi compañera anteriormente, por eso les daré una última oportunidad, ríndanse pacíficamente y entreguen la diamansfera... Si lo hacen hablaré con el líder y podrán venir con nosotros, podrán vivir en el mundo justo que crearemos.

— (¿Mundo justo?) — Shine dudaba al escuchar las palabras de aquel encapuchado — (¿Qué es lo que quieren en realidad?).

— ¡No vamos a entregarles nada a sucios asesinos como ustedes! — Grito Mery con furia — ¡Busquen lo que busquen han lastimado a cientos de inocentes! ¡No dejaremos que gente como ustedes tenga la reliquia de Dialga para sus propósitos egoístas!

El encapuchado suspiro con lástima y una mirada triste se hizo presente en el rostro de Kiiroi, no querían pelear en realidad, pero... No había más opciones...

— Bien, que así sea, ¡Kiiroi ahora! — Ordenó el encapuchado a su subordinada.

La arcanine lanzó un potente lanzallamas a los 3 pokémon, los cuales lo esquivaron, Shine y Kinzo con un salto a la derecha y Mery moviéndose rápida y nerviosamente a la izquierda.

— ¡Perfecto! — Twilau se movió a la derecha y dejó ver una de sus patas delanteras con la cual golpeó el suelo y de este salieron enormes rocas que formaron un muro el cual separó el área en 2 lados, destruyendo la cueva de Kido en el proceso, quedando él del lado derecho junto con Shine y Kinzo, y Kiiroi del lado izquierdo junto a Mery.

- Lado izquierdo de la batalla -

— (Nos querían dividir...) — Pensó Mery nerviosa viendo a la arcanine que sería su oponente y retrocediendo un par de pasos por su miedo — (Esto es muy malo...).

- Lado derecho de la batalla -

— Bien ahora que ya no tengo que lidiar con el movimiento de cola de hierro... — Twilau se quitó la capucha... Revelando ser un pokémon que ni Shine ni Kinzo habían visto... Un lycanroc... Pero ni siquiera uno diurno o nocturno... Parecía una extraña mezcla entre ambos, un lycanroc... ¡¿Crepuscular?!, Este llevaba en su cuello un collar metálico con un cristal similar al del collar de Shine, solo que este era de color marrón y en el centro parecía tener la imagen del rostro de un lycanroc, la mitad izquierda del rostro era de la forma diurna y la mitad derecha era de la forma nocturna — Ahora podemos comenzar...