Pokecuento: Cambiar al mundo

Capítulo 69: Lune

Mientras que en el lado derecho de aquél claro Mery, Amai y Seki se preparaban para librar su feroz batalla en contra de Joyce, Shine y Kinzo hacían lo propio en el lado izquierdo, preparándose para luchar en contra de Lune, la tan sonada y temida líder del segundo escuadrón, quien sonreía desafiante mientras mantenía su pose de pelea, sin saberlo, haciendo que la habilidad del luxray del collar se activase y este sintiera una ligera reducción en su fuerza.

— La verdad estoy muy ansiosa por este combate, no solo voy a luchar con los más fuertes del grupo que derrotó a Twilau, Henkan y Akira... — Dijo la lucario hembra, cuyo tono de voz denotaba su emoción por el combate — También enfrentare al hijo de los 2 oponentes que más problemas me dieron y a un lucario entrenado a fondo por el maldito de Boshū, solo sentir sus auras me da grandes expectativas de ustedes.

— ¿Acaso crees que esto solo es un juego? — Preguntó el luxray confundido y ligeramente indignado al ver como su oponente se expresaba sobre su batalla, pues no daba la impresión de que se lo estuviera tomando enserio.

— No es eso Shine... Yo creo que también siento lo mismo... — Confesó el lucario macho mientras apretaba sus puños con algo de emoción — En los otros combates cuando era un riolu me sentí tenso... Pensé que moriría... Pero al verla a ella siento algo diferente...

— ¿Algo diferente? — Se preguntó Shine extrañado ante las palabras de su compañero.

— Los miembros de Mirai no Hikari, los de Aka Shinju, incluso Boshū ha dicho bastante lo fuerte que es ella y ahora que puedo sentir su aura se que no metían — Kinzo miraba fijamente a su adversaria, de lo emocionado que estaba incluso le era difícil contener su aura — sé que no puedo vencerla yo solo y no estoy muy seguro de sí juntos podamos ganarle... ¡Pero aun así quiero pelear! No solo por la diamansfera o para detener a los idiotas de Mirai no Hikari... Es como si algo dentro de mi me dijera que luche contra ella sin contenerme.

— Veo que tú también tienes un buen instinto de lucha... Es como una especie de sentido adicional que la mayoría de los pokémon de tipo lucha desarrollan en sus fases medias o finales — La sonrisa de Lune solo se hizo más grande — Ese sentimiento que te incita a luchar contra los más fuertes por sobre todas las cosas... Entre más fuerte te dicen que es otro pokémon... Más ganas tienes de desafiarlo solo para probar tu fuerza.

— Vaya que eso es extraño... — El luxray del collar estaba algo confundido ante la explicación que dio su oponente, dudaba seriamente de que eso fuera siquiera algo real.

— ¡Suficiente charla, es hora de luchar! — Dicho esto, la lucario con los mega brazaletes género un largo hueso de aura mediante el movimiento ataque óseo y se abalanzó contra el tipo eléctrico para darle un potente golpe, aunque este último ya estaba preparado para esquivar dicho ataque, su compañero de tipo lucha/acero intervino, bloqueando el ataque óseo de Lune con otro hueso de aura hecho mediante el mismo método — ¡Vaya! ¡Me sorprende que aún con esa velocidad Shiru haya podido robarte el bolso!

Kinzo se enojó un poco al oír dichas palabras, más antes de que pudiera reaccionar, Shine usó onda trueno, liberando ondas de electricidad circulares las cuales dejarían paralizada a Lune tras alcanzarla.

— ¡No caigas en sus provocaciones Kinzo! — El luxray reprendió a su compañero — Ella también es una lucario, sabe que, si te enojas podrías perder el control de tu aura y eso la beneficiaría, ella quiere que te enojes.

— Eres listo como el umbreon — La lucario hembra soltó una leve risa al recordar aquella batalla — no se te escapa nada, pero al igual que él y la luxray, estás muy equivocado si crees que una simple parálisis va a detenerme...

Lune inmediatamente utilizó puño incremento, haciendo que su puño derecho sea rodeado por un brillo anaranjado y esta se lanzase a golpear a Shine, el cual pudo esquivar este ataque a duras penas utilizando voltiocambio, retrocediendo en forma de rayo y lanzando varios discos de electricidad en contra de su adversaria, la cual pudo destruir la mayoría de estos usando una ráfaga de pequeñas esferas aurales, con la excepción de un último disco, el cual pudo darle debido a que la parálisis la dominó en ese instante, impidiéndole moverse, aun así, sus daños fueron mínimos al haber recibido apenas una quinta parte del ataque, esto fue seguido por una patada ígnea del lucario macho la cual la hembra pudo esquivar a duras penas.