Capítulo 86: Gremio

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En un frondoso bosque cercano a Pueblo Caelestis, un pequeño gible había sido arrinconado contra un árbol por toxicroak que sonreía con malicia al ver el terror en el rostro de su joven víctima.

— Así que... ¿Crees que puedes entrar a nuestro territorio y comerte todas las bayas de uno de nuestros arbustos, eh mocoso? — El toxicroak concentró su veneno en las púas de sus manos, haciendo que pequeñas gotas de este caigan al suelo quemando la hierba a su alrededor y dejando en evidencia su toxicidad — Me temo que no, eso se considera robar... Y aunque seas una cría insignificante... El jefe enserio detesta a los ladrones...

Antes de que pudiese atacar al indefenso gible, el toxicroak sintió un ligero rasguño en su espalda, por lo que se volteo logrando ver a una sneasel detrás de él, algo un poco llamativo sobre esa pokémon era que llevaba un pequeño bolso negro atado a la cintura.

— . . . Eso salió mucho mejor en mi cabeza... — Admitió la sneasel nerviosa al ver que su ataque no había hecho el daño que esperaba, poco después de esto su adversario la tomó del cuello apretándola con fuerza — ¡S-suéltame desgraciado!

— ¿Qué tenemos aquí? ¿Una jovencita jugando a ser la heroína? Un poco raro para una sneasel — Cuando el toxicroak estaba por atacar con la púa de su mano, sintió como una extraña fuerza rodeaba su cuerpo, obligándolo a soltar a su víctima y mandándolo a volar contra un árbol.

— ¡Yoru-chan! ¡¿Estás bien?! — Una wigglytuff salió de entre los árboles acercándose a la joven pokémon — ¡Te dije que no debías actuar sin pensar!

— ¡Y si no hubiera hecho nada hubieran matado a esa cría Koe-san! — Yoru le recriminó su pensamiento a su salvadora para luego suspirar con algo de alivió — al menos lo derrotaste usando psíquico...

— ¿Seguras? — Dijo el toxicroak levantándose y haciendo que la pokémon normal/hada temblará con miedo mientras la hielo/siniestro adoptaba una pose de combate — Para ser un ataque psíquico fue demasiado patético... No sé para qué quieren salvarle el pellejo a este mocoso, pero al jefe no le gusta que los pokémon de ciudad vean lo que hacemos... Así que mejor desp-

Antes de que el toxicroak terminase de hablar, una absol shiny se abalanzó sobre él, atacándolo usando el movimiento golpe aéreo con sus garras y debilitándolo al instante, para luego mirar a ambas pokémon de frente, dejando ver la cicatriz vertical que atravesaba el lado izquierdo de su cara y su ojo izquierdo, algo pálido comparado con el derecho.

— Yoru-chan, encierra a ese toxicroak por favor — Ordenó Amai mirando a la joven pokémon, la cual sacó de su bolso una lockball y la lanzó contra su agresor, capturándolo al instante — bien ahora sigamos con la misión.

La absol de la cicatriz se acercó lentamente al gible, quien la veía con algo de miedo, al notar el temor en la mirada del infante, la pokémon de tipo siniestro sonrió con amabilidad para que el pequeño se atacándolo relajará.

— Tu nombre Tsume ¿Verdad, pequeño? — Preguntó Amai, a lo que el pokémon menor respondió asintiendo con la cabeza, por lo que la tipo siniestro se echó al suelo — Tu madre está muy preocupada por ti, te llevaremos con ella.

Al ver la tranquilidad en el tono de voz y expresiones de su salvadora, Tsume confío en ella y se subió a su lomo, acto seguido, la absol shiny se levantó y comenzó a caminar lentamente, por su parte la sneasel guardo la lockball en su bolso y siguió a la pokémon shiny junto a la wigglytuff.

— ¡Eso fue increíble Amai-sama! — Dijo Yoru mirando a la pokémon de la cicatriz admiración — ¡No puedo creer que haya vencido a ese pokémon con un solo ataque!

— N-no hace falta que uses el "-sama" conmigo Yoru-chan, con el "-san" o incluso sin honoríficos está bien — Respondió Amai, pues no estaba acostumbrada a ser tratada con tal nivel de respeto y se le hacía un poco incómodo — además ese pokémon tampoco era la gran cosa...

Pokecuento: Cambiar al mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora