Pokecuento: Cambiar al mundo

Capítulo 54: Vetados

Luego esa última pelea con su ahora ex pareja y habiendo tomado grandes cantidades de dinero, Boshū, acompañado de sus hijos menospreciados y cargando el gran saco de pokes que tomó a sus espaldas, emprendió su viaje a la región de vuelta a su hogar, comprando boletos de barco para ir a la región de Sinnoh. El viaje fue algo largo, 3 semanas para ser específicos, pero pudieron llegar a Ciudad Canal a plena luz del día y sin ningún inconveniente. Ahora lo único que quedaba por hacer era ir hasta la Aldea Diamante, cosa que no les tomó mucho tiempo. Apenas unas horas después de su llegada ya estaban llegando a aquel asentamiento a las afueras de Ciudad Rocavelo y vieron a 2 lucario teniendo un combate de entrenamiento a la distancia, al parecer, estos 2 sintieron el aura de los recién llegados, pues cuando los vieron detuvieron su entrenamiento y se acercaron hacia ellos rápidamente.

— ¡Boshū! — Gritó uno de los 2 lucario mientras se acercaba, este llevaba un particular bolso marrón que jamás se había desvanecido de la memoria del recién llegado lucario — ¡Por fin volviste!

— Y tú por fin evolucionaste Senshi — Replicó Boshū reconociendo inmediatamente a uno de sus antiguos estudiantes — además veo que no eres el único.

El otro lucario, quien llevaba un moño blanco en su cabeza, llegó con el resto del grupo poco después que su compañero, ubicándose frente al lucario mayor.

— Ha pasado mucho tiempo Boshū — Dijo la lucario del moño, cuya voz dejaba en evidencia su sexo, sonriéndole a su maestro — cuando sentí tu aura casi no lo pude creer.

— Me alegra ver que ambos han crecido — Boshū sonrió y acarició las cabezas de sus antiguos discípulos — no sólo sus cuerpos, puedo notar que sus auras son mucho más fuertes.

— Bueno hemos estado entrenando mucho últimamente — Afirmó Senshi con una alegre sonrisa — Oye, ¿Dónde está esa "Lady Rosalie"? Pensé que ella vendría contigo como la última vez.

El solo oír ese nombre hizo que el lucario mayor y sus hijos sintieran una gran incomodidad, la cual se manifestó en sus auras como un leve disturbio y una sensación de pesadez. Al percatarse del malestar de su maestro Hagane optó por hacer otra pregunta para que olvidarán la de su compañero.

— ¿Y quiénes son esos 2? — Preguntó la lucario del moño refiriéndose al joven lucario a la derecha de su sensei y a la pequeña riolu que se aferraba a sus piernas — Sus auras son muy parecidas a la tuya... ¿Son tus hijos?

— Oh, por poco lo olvido — Boshū río nerviosamente y se rasco la cabeza, volviendo a su relajación habitual — Si, ellos son mis hijos, vamos preséntense

— Soy Joyce... — Se presentó el lucario menor con algo de incomodidad, no solo porque esos lucario eran desconocidos para él y todavía no asimilaba del todo bien lo que había pasado con respecto a su madre, sino también porque era la primera vez que se presentaba como tal ante alguien — Es un placer... ¿Eso es lo que se dice verdad?

Por su parte Lune solo se aferró con más fuerza a la pierna de su padre, estando bastante nerviosa, cosa que no pasó desapercibida para él.

— Vamos no seas tímida pequeña — Dijo el padre acariciando la cabeza de su hija para calmarla — yo entrené a estos 2 cuando eran riolu, puedes confiar en ellos.

Aún algo temerosa, la riolu se separó levemente de su padre y dio unos pasos al frente.

— S-soy Lune... — Se presentó la pequeña tímidamente.

— Aww... Es adorable — Dijo Hagane encantada con la pequeña riolu, quien sonrió levemente ante el cumplido — mi nombre es Hagane, mucho gusto.

— ¡Y yo soy Senshi, el futuro heredero del Clan Kongōseki! — Se presentó el lucario de la bolsa enérgicamente y con una sonrisa orgullosa, sin embargo, está fue reemplazada por una mueca de confusión al notar como ambos jóvenes lucían algo decaídos luego de su presentación — Eh... ¿Pasa algo?