Capítulo 13: Traicionado...

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Luego de un rato caminando Twilau, Kalā y Mahi, llegan a la sala del trono... Una sala grande la cual solo tiene un trono improvisado hecho de rocas, probablemente hechas por algún movimiento, en la sala se encontraban el jefe tribal, sentado en aquel trono, su pareja, estando al lado de él, y varios lycanroc tanto de la forma diurna como de la nocturna, los cuales estaban allí, o bien para recibir algún encargo, o bien para informar que concluyeron con su deber.

— Está algo ocupado, será mejor venir después — Twilau estaba demasiado nervioso, pues al ver las miradas que le daban los otros pokémon, la reacción de sus padres era la que más le preocupaba.

— Él quería que evolucionarás ¿No? — Preguntó Kalā con una sonrisa un tanto maliciosa.

— Si, pero... — Antes de que el lycanroc crepuscular pudiera decir algo fue interrumpido.

— Entonces no le molestará — La lycanroc diurna inhaló algo de aire — ¡JEFE! ¡ESTO ES MUY IMPORTANTE!

El grito llamó la atención de todos en la sala, haciendo que los lycanroc alrededor del jefe tribal se hicieran a un lado para dejar a este ver de dónde venía el grito, sin embargo, esto hizo que todos los presentes voltearan a ver a Twilau, quien por su peculiar aspecto género muchas miradas y murmullos de confusión.

— No tenías que gritar tampoco — Regaño Mahi a Kalā por su acción bastante imprudente.

— Oh Kalā y Mahi — Al jefe no le costó nada reconocer a esos lycanroc en específico, pues eran amigos de su hijo, por lo que ya reconocía sus voces y su aspecto — supongo que su asunto importante tiene que ver con ese... ¿Lycanroc? — Al ver al lycanroc crepuscular entre ellos incluso dudaba de si era uno... No sería la primera vez que veía pokémon de rasgos parecidos pese a ser de líneas evolutivas distintas.

— Así es señor — Respondió está vez Mahi — como habrá notado, este no es un lycanroc ordinario... Este es un lycanroc crepuscular.

Todos en la sala estaban impresionados, sus murmullos aumentaban, nadie podía creer lo que sus ojos veían, pero por más que intentarán buscarle otra explicación, no cabía duda, su aspecto encajaba con lo que se contaba en aquellos relatos que antes habían dado por mitos.

— No solo eso... Es... — Kalā iba a decir algo, sin embargo, se detuvo a mirar al lycanroc crepuscular — Mejor que él mismo lo diga.

— Yo... — Twilau, por primera vez en su vida estaba nervioso frente a su propio padre, estaba sudando frío temblando de miedo, sin embargo, tomó valor al ver a sus amigos junto a él — Papá... Soy yo... Twilau...

Cómo si el ver a un lycanroc crepuscular no fuera ya lo suficientemente impactante, se trataba del hijo del jefe... Los más impactados eran el jefe, quien nunca creyó en aquella historia del lycanroc crepuscular y su pareja que, aunque sí creía en su existencia jamás pensó que viviría para ver uno, ahora aquel mito no sólo estaba frente a ellos, si no que era su propio hijo...

— Twilau... Hijo... — El lycanroc diurno con aquel collar de metal sonreía bastante orgulloso — Ahora que eres un lycanroc, no se te tratara como un adulto y ayudarás al resto de la tribu a cumplir con labores importantes, si no que me enorgullece decir que, en algunos años, me sucederás como jefe tribal.

— ¿Y me darán un collar de metal? — Twilau parecía más emocionado por el collar que por otra cosa — Es que el otro ya se rompió...

— Eh si... Te daremos el collar de metal propio de los lycanroc de la familia del jefe — Dijo el padre de Twilau con una gran gota de sudor en la nuca al ver cómo eso era más importante para su hijo.

Twilau estaba muy feliz, parecía que nada podía salir mal, sin embargo, dicha ilusión se rompió a los pocos segundos.

— Con todo respeto jefe, no creo que ese lycanroc deba ser su sucesor — Dijo un lycanroc diurno de los que estaban presentes en la sala — según los relatos sobre el lycanroc crepuscular, éstos tienden a tener ataques de irá, lo cual sumado a su fuerza los hace bastante peligrosos, no creo que sea buena idea dejarle la tribu a alguien tan... Volátil...

Pokecuento: Cambiar al mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora