😏 CAPITULO 5🤫

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Tras una noche en la que disfrutó en su suite del Tower con Shara, llegó muy temprano a su oficina; los alemanes madrugaban mucho. Se dirigió a la cafetería donde tomó un par de cafés. Después de un rato de estar ahí, vio al joven Park y aunque este también lo vio, no le saludó. ¿Acaso lo cohibía saber quién era él? Lo observó como tigre a su presa, detrás de su periódico, disimulando leerlo... Sin duda, el chico tenía una sonrisa deliciosa y un cuerpo de infarto, muy tentador. Sus miradas se encontraron por unos segundos; el rubio le dio un último trago a su café y se fue.

La mañana transcurrió entre reuniones y más reuniones, gestiones de Merck en Alemania; pero en Corea se le escapan muchos detalles y tenía claro que debía ponerse al tanto de todo. En varias ocasiones se cruzó con el joven Park por la oficina, pero él seguía ignorándolo, cosa que le llamaba más la atención. Estaba acostumbrado a que las personas lo siguieran con la mirada en busca de sexo y, en ocasiones, de algo más. Pero no, este chico no lo miraba y eso comenzaba a irritarle.

En la tarde no tuvo ninguna reunión programada, y consciente de que el antiguo despacho de su padre quedaba frente al escritorio del joven Park, decidió instalarse ahí. Al entrar a esa oficina, el olor de la colonia de su padre inundó sus fosas nasales; apresurado abrió las ventanas para que desapareciera, así como él había desaparecido de su vida en todos los sentidos.

Se sentó en el inmenso escritorio y comenzó a revisar todos los cajones. Encontró una foto en la cual estaban su madre, sus dos hermanas y él, sorprendido, la vio, pero al cabo de unos minutos la furia lo invadió, al recordar que su padre los cambió por trabajo y mujeres. Recordaba a su hermana Hannah, la madre de Jin; la echaba mucho de menos, tanto como Jin. Su niño, al que consideraba como un hijo, y mientras él viviera nunca le faltaría nada. No lo abandonaría como su padre lo hizo con ellos. El sonido de un teléfono lo sacó de sus pensamientos. Observó que era el teléfono del chico Park que diligentemente lo atendía y tomaba nota mientras sonreía.

Durante horas permaneció en el despacho de su padre, abstraído en sus cosas, hasta que la puerta se abrió y Shara entró por ella con una sonrisita.

_¿Piensas dormir aquí? —sorprendido miró el reloj; eran las 9pm. Dirigió su mirada al escritorio del joven Park y vio que estaba vacío.

_ ¿Ya se han ido todos los empleados? —preguntó.

_ Hace horas que se han ido todos —levantó su mirada y vio a Shara con una sonrisita que le dijo todo.

_ ¿Cenas conmigo? — ella asintió guiñándole ojo.

_Por supuesto que sí.

Eso lo hizo sonreír. Shara conocía muy poco de su vida. Las veces que viajaba a Alemania, nunca la había hecho participar de sus juegos sexuales en el Gavana, ni con sus amigos. Él sabía las diferencias entre el trabajo y la diversión, y ella era una diversión del trabajo de la cual disfrutaba cuando le venía en gana.

Salió a comer con Shara a un restaurante de confianza, y de ahí se dirigieron a su suite de hotel. Sirvió un par de copas, pero Shara estaba impaciente porque la desnudara. Se acercó a ella y quitó su chaqueta, desató su blusa y bajó su falta. Jungkook sonrió al ver su lencería. Su apariencia exterior no tenía nada que ver con el interior. Ella aprovechó y sacó algo de su bolso.

_Usemos tu regalo —complacido. Jungkook cogió la joya anal que le regaló la última vez que estuvo en Alemania, y la tumbó en el sillón metiendo la joya a su boca, ordenándole que la chupara. Ella obedeció mientras él jugueteaba con su ano; sacó la joya de su boca y la metió a su ano mientras la miraba con morbo.

Shara se volteó, colocándose de rodillas y llevándose su polla a la boca; el azabache agarró su cabeza y comenzó a follarla, buscando su propio placer como lo hacía ella. La mujer chupaba y succionaba gustosa; al cabo de unos minutos se vino en su boca y ella tragó por completo su esencia. Aún seguía dispuesto. Así que la levantó y la llevó a la cama, donde la puso en cuatro. Sacó la joya de su ano y sin más la penetró sin aviso. La mujer gritó y se removió debajo de él, pero después de unos minutos su ano lo acogió, haciéndolo disfrutar de una buena noche de morbo.

Cuando Shara se marchó, sonrió satisfecho, pues no había ninguna persona que se le resistiera, y eso, la verdad, le gustaba mucho.

Pasaron los días y el joven Park llamaba su atención cada vez más, especialmente porque no le hacía ningún caso. Era el único que no lo miraba haciéndole ojitos y ni le pestañeaba en busca de algo más. Eso lo irritaba al punto de querer tropezarse con él a cada momento. Sin embargo, no sabía cómo, cada vez que cabía la posibilidad de encontrarse, el chico desaparecía por arte de magia, y eso lo estaba desesperando.

Pero por otro lado tampoco perdía el tiempo. Durante esos días, comió y cenó con sus amigos, Beomgyu y Yeonjun, que estaban en Seúl por motivos de trabajo. Lo habían llevado a varios locales de ambiente donde disfrutaba del sexo salvaje con varias personas, sin preguntar su nombre.

 Lo habían llevado a varios locales de ambiente donde disfrutaba del sexo salvaje con varias personas, sin preguntar su nombre

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PIDEME LO QUE QUIERAS  (KOOKMIN💘💦🍑)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora